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r. d.
Martes, 30 de marzo 2021, 18:34
Una playa de Girona es el escenario de una misteriosa aparición que nadie se explica. Un monolito metálico parece haber brotado de la arena en Platja d'Aro. Es igual al que ya se pudo ver en Estados Unidos en un desierto de Utah el pasado noviembre. Ni en aquel caso ni en éste se sabe quién ni por qué ha colocado la columna metálica.
Primero fue el enigmático monolito metálico hallado en un desierto de Utah, junto a unas extrañas formaciones geológicas, el que desató todo tipo de especulaciones, viralizadas luego tras la desaparición de la pieza. Y a finales de noviembre un objeto similar fue encontrado al norte de Rumanía, con unas pequeñas inscripciones, que siguen una especie de patrón. Estaba colocado en la llamada 'Montaña Sagrada', el monte Ceahlau, donde existen unas ruinas de fortalezas levantadas por los dacios en el siglo I a.C. para frenar el avance del Imperio Romano.
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No se trataba el rumano del mismo monolito que su 'gemelo' aparecido y desaparecido en Utah, pero su altura, unos tres metros, es casi igual, y también su construcción a base de acero pulido. El monolito europeo apareció en una propiedad privada, pero está dentro de lo que se considera un área protegida por su alto valor arqueológico, por lo que preocupa que la zona se llene ahora de curiosos como sucedió en Estados Unidos.
En Utah se preguntaban por la desaparición de su pieza, hallada de casualidad por funcionarios que sobrevolaban en helicóptero la zona cuando hacían un recuento de muflones. No quisieron publicar el lugar exacto no tanto por miedo a que lo expoliaran (como ha ocurrido) sino para evitar accidentes por lo abrupto del lugar y lo alejado de la 'civilización': para llegar se necesita casi una hora de viaje por el desierto y una caminata de otra media hora.
El monolito recordaba las obras del escultor John McCracken, un artista que vivió cerca de Utah y murió en 2011. El artista dijo una vez a su hijo que le encantaría dejar sus obras en ambientes perdidos para que fueran descubiertas más tarde.
Al misterio de los monolitos a lo 'Kubrick' le salieron imitadores en Segovia, según publicó 'El Norte de Castilla'. El objeto apareció en las proximidades de las ruinas de la iglesia de Santiago de Ayllón. El propio consistorio de la localidad tuvo que recordar que la zona no está preparada para recibir a multitudes y que incluso podría resultar peligroso, pues se temía la llegada de cientos de curiosos.
Otro monolito fue encontrado por un grupo de excursionistas en una ruta montañera de la costa central de California, en Estados Unidos. La estructura de acero inoxidable, de unos dos metros y medio de altura según las imágenes distribuidas por una televisión local, fue encontrada en el pico de la ruta de senderismo Pine Mountain Loop, en la localidad californiana de Atascadero. «No puedo decir que sean extraterrestres, pero estaba aquí y ahora se ha ido», ha dicho Terrie Banish, subdirectora municipal de Atascadero, una ciudad de unos 30.000 habitantes junto a la autopista 101 cerca de San Luis Obispo.
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