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Quique Camps
Martes, 10 de octubre 2023, 00:34
Hace algunos años pensábamos que el traje para hombre era una manera muy clásica de vestir, algo encorsetado y muy formal que sólo se utilizaba ... para la oficina o para asistir a bodas y eventos puntuales. Desde hace algún tiempo, esta forma de pensar ha cambiado; ahora vemos cómo el traje se transforma y se convierte en imprescindible en los armarios de todos aquellos que sólo teníamos uno para las ocasiones especiales.
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Es verdad que le hemos dado una vuelta y ahora lo combinamos de mil formas, desde americanas rectas, largas o cortas, hasta llegar a las cruzadas, con solapas XL, con uno o dos botones, con tejidos naturales, lanas, sedas, terciopelo, con prints florales, de rayas o animalia; todo un universo que nos permite realizar las mil combinaciones que podamos imaginar. Lo mismo sucede con los pantalones; los podemos ver desde los slim fit, hasta los cargo o los rectos, los palazzo y también los que llevan bordados o elásticos en los laterales, apliques, incluso cordones en la cintura o doble botonadura, cremalleras vistas o botones joya.
Personalmente, me parece una pieza muy versátil y desde aquí os animo a vestir de traje, sobre todo porque fijaos: sólo con uno de ellos podemos pasar de la mañana a la noche, con unos pequeños cambios; para el día con camisa o camiseta combinado con deportivas, para la reunión en el trabajo podemos añadir la corbata; a la hora del afterwork lo combinamos con una sudadera, y si al final tenemos una cena la opción es incorporarle un chaleco. Para una noche de baile, dejamos la americana a pelo, sin camiseta ni camisa debajo, como los raperos e influencers que, además, lo adornan con cadenas y cordones en oro y plata, una tendencia que cada vez vemos con más frecuencia. También hemos visto la corbata anudada al cuello tipo fular. Me parece buena idea; incluso pensé: ¡esa es la actitud! Vamos a experimentar con aquello que nos parecía aburrido o demasiado clásico, porque divertirse en la moda es imprescindible. Como decía Moschino, «very happy».
Quiero destacar mi admiración personal a los sastres; soy un apasionado de su trabajo artesanal y minucioso, la construcción de patrones, el corte magistral, las pruebas, el busto de sastrería... es el proceso de ver cómo se crea y confecciona un traje único, hecho a medida. En mi familia contábamos con dos grandes profesionales de este gremio. Es un auténtico placer el poder acudir a un sastre para encargar un traje; el que lo ha probado lo sabe.
Es cierto que tenemos en ocasiones la necesidad de cambiar mucho de outfits y encontramos una oferta de trajes en las tiendas muy amplia, de ahí mi afición por comprar en el momento y estrenar si puedo ese mismo día. Por cierto, aprovecho esta última frase para daros unos tips. Recordad siempre hay que hacer las composturas oportunas: el largo del pantalón, las mangas de la americana, repasar los botones, si lleváis camisa que asome un centímetro por debajo de la manga de la chaqueta... es importante tener en cuenta todo esto para ir perfecto, porque en ocasiones veo que no se presta demasiada atención a estas recomendaciones y el resultado final no es el esperado. Sed perfeccionistas y exigentes, intentad ser la mejor versión de vosotros mismos. Para todo lo demás, mucha imaginación y ganas de experimentar, seguro que cada uno de vosotros sabe cómo llevarlo mejor. Feliz semana, amigos, y nos vemos con traje.
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