La diseñadora Angela Jordá ha vivido dos ámbitos de la moda completamente opuestos: el de la multinacional de moda rápida -'fast fashion', con producciones a gran escala, y el de la empresa pequeña con confección en España. De la primera experiencia aprendió el negocio de ... la moda, pero el concepto le parecía impersonal y desmedido. «Generábamos cantidades ingentes de ropa y yo, que soy una enamorada de los tejidos, seleccionaba en las visitas a proveedores tejidos ricos y orgánicos que casi siempre se descartaban en las decisiones finales de producción». Entonces surgió la oportunidad de trabajar en una empresa pequeña pero en pleno crecimiento. «Allí era la responsable del área textil y gestionaba el departamento de diseño y la producción».
Publicidad
Esta última experiencia fue tan exigente como enriquecedora y le llevó a poner en marcha una idea que le rondaba la cabeza desde hace años, crear su propia empresa de ropa: Laganini Studio.
Noticia Relacionada
El nombre de la firma surgió en un viaje a Croacia. «Laganini es un mantra de los croatas que significa 'tómatelo con calma', es una invitación a reducir la velocidad, a tomarse un tiempo, relajarse y disfrutar del camino». Ese viaje coincidió con la etapa en la que trabajaba en la gran empresa de moda donde todo iba demasiado rápido y fue entonces cuando vio claro que quería emprender un proyecto con los principios del slow fashion (moda lenta). «Echaba en falta esa parte más artesanal y genuina de la moda. Quería hacer pequeñas producciones para evitar los excedentes, tratando los materiales y la confección con mucho mimo para que las prendas duren temporadas».
Así nació Laganini Studio, un proyecto que se terminó de cerrar en otro viaje de la diseñadora, esta vez a la India. «Viajar a India lo cambió todo. Llevaba años formándome en esa cultura y soy una apasionada de los tejidos ikat y las técnicas blockprint. Una vez allí, tracé una ruta para visitar los talleres de confección de tejidos, todos pequeños y familiares, donde pude ver en primera persona todo el proceso. Fue una experiencia de no retorno», explica Ángela.
Con la filosofía de la marca y los tejidos ya definidos, quedaba la confección para cerrar el ciclo. «Tuve claro que la colección estaría hecha en España, creo que debemos apoyar nuestra industria textil y estoy segura de que el consumidor lo aprecia cada vez más. Además, la producción en talleres cercanos nos permite controlar mejor la calidad», explica.
Publicidad
Noticia Relacionada
Celia Barreña
La primera colección de Laganini Studio se lanzó hace dos semanas. «Va dirigida a una mujer joven pero con la madurez suficiente para apreciar el valor de una pequeña marca y buscar prendas que duren de una temporada a otra». La ropa está pensada para el día a día pero con un toque versátil. En cuanto al rango de precios, la diseñadora ha ajustado mucho los márgenes para que la ropa, además de única y de calidad, sea accesible. «Como consumidora valoro mucho la exclusividad de la pequeña marca pero muchas veces no doy el paso por el precio excesivo. Nuestro catálogo va desde 89 a 160 euros, una franja razonable teniendo en cuenta que incluso dentro de la moda rápida hay prendas de este rango de precio».
Chaleco 'Shanghai denim'. La diseñadora ha encontrado en sus viajes a Asia la inspiración para crear. Los botones Tang de este chaleco, cosidos a mano, son tradicionales de la vestimenta china que se remonta a miles de años de historia y tradición.
Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.