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Los bolsos de pieles exóticas son las piezas más lujosas de la marroquinería. El equivalente a los diamantes en joyería. Como las piedras preciosas, tienen ... distintos grados de calidad según el tacto, el brillo o las escamas de la piel. No es lo mismo un bolso de cocodrilo -que suele tener un dibujo más grande- que uno de aligátor o de caimán. De todo eso sabe mucho Lucía Fernández de Castro, directora de producción de la firma valenciana de bolsos María Oliver. Prácticamente desconocidos en Valencia, estos bolsos son el epítome del lujo discreto.
Están confeccionados con las mismas pieles exóticas que utilizan las casas francesas Hermès y Vuitton, las pieles más delicadas y únicas. «Nuestra marca nació en el seno de una empresa de curtición de pieles exóticas que trabaja para las mejores firmas de lujo», explica Lucía. «Sus dueños viajan por todos los rincones del mundo para lograr dar con las pieles más valiosas, empleando todos los procesos de sostenibilidad requeridos y de prácticas responsables para llevar a cabo la curtición de pieles exóticas y ofrecerlas a las firmas más lujosas del sector de la marroquinería».
El paso de producir para otras firmas a crear una marca propia, María Oliver, se produjo en plena pandemia. «Con una empresa ya consolidada, los propietarios decidieron lanzar la marca de bolsos de María Oliver con el nombre de su abuela, una mujer de carácter fuerte y muy emprendedora para su época. Mientras ayudaba a su padre en la herrería empezó a interesarse por la arquitectura, creó sus propios diseños y monumentos arquitectónicos de gran relevancia, como las emblemáticas puertas del Banco de Valencia.»
Al frente de la firma, esta Lucía Fernández de Castro, con una amplia trayectoria en moda que incluye empresas como Inditex. «Cuando me hablaron del proyecto me pareció un gran reto; conocer los orígenes de la marca y verme identificada con sus valores es lo que me hizo involucrarme plenamente.»
Trabajar en el sector de la marroquinería fue como volver a los orígenes de su trayectoria profesional. «Me crie también en una empresa familiar de bolsos, donde me interese rápidamente por el arte de diseñar y del saber hacer de un bolso; con la crisis tuve que volar a Asia y durante muchos años continué dedicándome a la creación y producción de bolsos, pasando de estar en pequeño taller artesanal a llevar importantes producciones por todo China. Fueron casi 12 años, 6 de ellos en China», explica.
Cuando decidió ser madre, regresó a España y se interesó por el mundo textil, buscando materiales y producciones en Europa. «Con mis hijos un poquito ya más mayores, me llamaron de Inditex para ofrecerme llevar la dirección estratégica de toda la producción de marroquinería de Zara, me encantó la idea y volví a continuar mis andaduras por todos los países asiáticos, China, India, Camboya…» Fueron casi cinco años hasta que surgió la propuesta de desarrollar el proyecto María Oliver, una marca nueva enfocada plenamente en el sector lujo.
Los bolsos María Oliver se fabrican en un pequeño taller junto la empresa de curtición y son muy exclusivos, cuidando al máximo cada detalle. Su precio de venta oscila entre los 1.000 y 3.000 euros porque son pieles lujosas de producción controlada y sostenible.
El modelo más icónico de la firma es el Michelle, que se produce en varios tamaños y acabados, el más icónico es el de piel de cocodrilo natural Himalaya. También se puede conseguir con el acabado en piel de aligátor o caimán, más pequeño y con una escama distinta, también más caro. «La especie más cara es el Aligator y pueden haber diferentes acabados, mate, brillo o bombeado. Algunos de estos acabados como el bombeado se tienen que acabar en Italia, es un proceso más complejo, por eso el coste suele ser más elevado».
La producción de los bolsos María Oliver, que sólo se pueden comprar a través de su web mariaoliver.net, son completamente artesanales: primero se diseña el bolso, se busca la piel exótica más adecuada a la talla de cada especie, «los bolsos no suelen ser muy grandes porque dependen mucho de las tallas de los animales, los alligator son mas anchos, y las pitones o Karungas más estrechos», explica Lucía. A continuación, se crea el patrón y se corta todo manualmente, pieles, refuerzos y forros; se rebajan las piezas, se montan y se cosen a mano. El resultado: una pequeña edición limitada de bolsos tan lujosos como una joya.
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