En la foto que ilustra este artículo, la cantante Shakira sale de la Audiencia Nacional, donde se había declarado culpable de fraude fiscal, había aceptado ... tres años de prisión (no entrará en la cárcel) y una multa de 7,3 millones de euros. Pero su aspecto, el que transmitía al mundo, era de inocencia. Vestida de arriba a abajo de rosa, incluso las gafas, o el bolso, toda ella transmitía inocencia, en un estilismo que poco tiene que ver con las prendas que suele elegir en sus apariciones públicas, siempre con talles ajustados y atrevidos. Pero claro, no es lo mismo estar en los Grammy Latinos recogiendo premios que en un juzgado.
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Que la ropa habla ya nos lo ha enseñado, por ejemplo, la reina Letizia, una gran especialista en estilismos que lanzan mensajes, ya sea apoyando a marcas sostenibles, llevando prendas tradicionales de un país (por ejemplo, una blusa ucraniana al inicio de la guerra) o cuando se viste de rojo en algún acto donde reivindica al Estado español. Ya lo hizo la recordada Diana de Gales, con estilismos inolvidables que hablaban de empoderamiento y fue la primera en demostrar que, a pesar de que en los numerosos actos a los que asistía apenas tuviera intervenciones, no le hacía falta; su ropa se expresaba por ella.
Ahora ha sido Ana Obregón la que ha copiado el look de Shakira y se ha vestido de uno de sus diseñadores fetiche, el alicantino Rubén Hernández, con un traje sastre rosa en el bautizo de su nieta, Ana Sandra. El mensaje que quiere lanzar es el de inocencia, después de las enormes críticas que se vertieron sobre la celebrity al usar el semen congelado de su hijo fallecido para, a través de un vientre de alquiler, convertirse en abuela. Fue el pasado 17 de diciembre, con exclusiva de por medio, y el diseño consistía en una blazer en tweed, solapa de esmoquin y un cinturón. Dos flores confeccionadas en la misma tela de la chaqueta se convertían en protagonistas del conjunto, y que, al parecer, hacían referencia a las dos personas que han tenido una importancia mayor en su vida: su hijo, Álex, y su nieta, a la que todos llaman Anita.
Y es que los colores en la ropa son tan expresivos que en un mundo como el actual, en el que la imagen toma el protagonismo, los estilistas (y la mayoría de los personajes públicos los tienen) saben de la importancia de elegir bien. ¿Recuerdan a Isabel Díaz Ayuso con su traje rojo en el balcón de Génova el día de las elecciones? Destacaba sobre el resto, y se podría pensar que no era una casualidad.
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En general, los colores se pueden usar tal y como se expresan en la propia naturaleza, y así como el verde se asocia a la esperanza, y también a la tranquilidad, el color rojo alude a la energía, a la pasión, el blanco al orden y la simplicidad y el negro al poder y la elegancia. Y sí, el rosa hace referencia a la inocencia.
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