Las vinculaciones valencianas de Palomo Spain, el flamante premio nacional de Diseño de Moda

Allí conoció al valenciano Betto García, que también apuntaba maneras con una vocación muy clara. «Allí nos hicimos muy amigos y siempre dijimos que teníamos alguna vez que trabajar juntos», explica Betto García, que se ha posicionado como uno de los diseñadores más prestigiosos en el sector de la sombrerería, y no sólo a nivel nacional. Así, en las primeras colecciones de Palomo Spain encargó los diseños a Betto, y suyos son aquellas míticas creaciones de Hotel Palomo, por ejemplo.

Ya en aquella su primera colección, allá por 2016, Betto García estuvo a su lado, y también en las siguientes, y aunque ahora su colaboración ya no estrecha le sigue considerando un buen amigo. «Se merece muchísimo», aseguraba este miércoles el sombrerero valenciano, que ha tenido que abrirse paso con dificultades en un país, España, que perdió la costumbre de taparse la cabeza allá por los años setenta.

Pero no es el único valenciano con el que ha colaborado Palomo Spain. Tattoonie es una firma de tatuajes temporales que nació en Benifaió, y que se ha posicionado como una referencia en el sector a nivel nacional. «Fue a través de su asistente como contactó con nosotros», explicaba Paula Duart, una de las fundadoras de la firma. El diseñador quería una réplica en tatuaje de las telas que se usaron en el desfile, y fue él mismo quien envió el diseño para que Tattoonie lo hiciera realidad. Todavía hoy se vende en la web de la marca los dos 'tatoos' que se subieron a la pasarela de la Semana de la Moda de Nueva York.

«Fue todo muy rápido, ya que nos pusimos en contacto con Alejandro apenas unas semanas antes del desfile». Trabajaron incluso de madrugada para hacer realidad el patrón que luego se plasmaría en los rostros de los modelos que desfilaron con la colección. La colaboración incluyó además un pack de calcomanías que se regalaban junto al 'press kit' de la firma.

Además, Palomo Spain trabaja mucho con tejidos valencianos, y él mismo lo confesó en una charla en la escuela Barreira. «Trabajo, sobre todo, con encaje valenciano, que es maravilloso, los bordados de gasa son increíbles. También los brocados me vuelven loco», decía entonces. Reconoció que le gustaba además mucho toda la herencia y la pasión por lo artesanal y« la falta de tapujos por usar las telas más lujosas y los encajes más delicados» durante las fiestas de Fallas. «He hecho muchas creaciones y las sigo haciendo con encajes que vienen de Valencia».