Una moneda de un euro puede ahorrarte una multa de 800

La seguridad es importante cuando viajamos en coche. Nuestra salud -incluso nuestra vida- y también nuestro bolsillo dependen de ello. Circular con los neumáticos gastados –o con una presión de inflado incorrecta– sobre asfalto mojado, nevado o helado, produce una importante pérdida de adherencia.

La DGT explica en su página web que esa pérdida de adherencia se acentúa cuando la profundidad de las ranuras principales de la banda de rodadura es inferior a los 4 milímetros (la profundidad legal mínima requerida para turismos es de 1,6 milímetros). Circular con un vehículo cuyos neumáticos no presentan dibujo o no reúnen las condiciones mínimas de utilización, es una infracción grave sancionada con 200 euros por neumático (art. 12 Reglamento General de Vehículos).

Si incumplimos esta norma y circulamos con todos los neumáticos de nuestro coche desgastados, la multa podría ascender a 800 euros (4 x 200). Un dineral que le duele en el bolsillo a cualquiera. Tampoco pasaríamos con éxito la ITV.

La forma de evitarlo es controlar periódicamente la presión y el dibujo de los neumáticos y cambiarlos cuando estén desgastados. Una forma sencilla para medir ese desgaste en la banda de rodadura implica el uso de una sencilla moneda de un euro:

La moneda de un euro tiene un perímetro exterior dorado que nos servirá de guía: se trata de coger una moneda de un euro e introducirla de canto en el dibujo de la banda de rodadura del neumático. Si la parte dorada de la moneda queda oculta significa que aún contamos con profundidad suficiente en términos legales para circulat (1.7 milímetros). Si la parte dorada queda visible, debemos sustituir los neumáticos lo antes posible. Ganaremos en seguridad ¡y en dinero!

Más: La Guardia Civil pide que te marques «una holandesa»