Así son las motos camufladas que utiliza la Guardia Civil para vigilar las carreteras

La DGT utiliza todas las herramientas a su alcance para vigilar las carreteras y prevenir los accidentes. Una de las estrategias más utilizadas son las motos camufladas. ¿Cómo se pueden reconocer? ¿Cómo van ataviados? Ocultando el peto, se ponen la chupa de motero, se enfundan los guantes y salen a la carretera en busca de infractores. «Se meten en la circulacion y hacen una conducción observando todo perfectamente. Es una posibilidad de hacer una vigilacia en aquellos lugares donde los motoristas se creen impunes», comenta Héctor Teixeira de la Gurdia Civil de Tráfico de A Coruña.

Con ello quieren cazar a quienes hacen de la carretera un circuito, poniendo en riesgo su propia vida y la del resto. Su presencia es una novedad este verano y pretende rebajar las fatales estadísticas. «Cada accidente de moto supone un herido grave o un fallecido», prosigue.

Hay conductores que piensan que es para recaudar únicamente, pero desde Tráfico afirman que las multas son la única manera que tienen algunos de aprender y respetar las normas.

Tráfico cuenta con 780 radares fijos de control de velocidad, de los cuales 92 son de tramo; 545 radares móviles que pueden ir embarcados en los vehículos de la ATGC; 12 helicópteros que van equipados son el sistema Pegasus de medición de la velocidad; 245 cámaras instaladas, generalmente en pórticos; 15 furgonetas; 12 helicópteros; y 23 de los 39 drones de los que dispone la DGT tienen capacidad para poder denunciar.

La DGT dispone también de vehículos y motos sin rotular que circularán por todo tipo de vías.

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