Una madre de Suiza tendrá que pagar una multa de 1.046 euros por llevarse a su hija de vacaciones durante una semana en periodo escolar. Así lo ha determinado el tribunal de Winterthur, que ha alegado que la dirección del centro escolar de la menor había denegado una petición de exención para que la niña faltara a las clases.
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Según informa el diario L´Essentiel, el tribunal basó su decisión en tres razones de peso: los días solicitados coincidían con exámenes importantes, la joven ya había acumulado 36 ausencias de media jornada en un semestre, de las cuales seis no estaban justificadas, y además, sus calificaciones no eran buenas.
Según indica el citado medio, en un primer momento, el tribunal había impuesto una multa de más de 3.000 euros mediante orden penal, en base a la ley cantonal sobre escolarización obligatoria, por la que los padres están obligados a garantizar la asistencia de sus hijos al centro educativo. Finalmente, tras la apelación de la madre, la multa se redujo a la cuantía final.
La madre aseguró que la menor «no había sufrido desventaja académica al faltar durante la primera semana de clases después de las vacaciones», algo que se habría reflejado en las posteriores pruebas realizadas.
Esta no es la primera vez que se multa a unos padres por este motivo en Suiza. Unos vecinos de Argov también fueron condenados el año pasado a pagar casi 1.200 euros por haber ampliado sus vacaciones en el último moento sin avisar previamente a la escuela de su hijo.
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