La multa de 200 euros que la DGT empieza a poner antes de Semana Santa con cámaras y helicópteros

La Dirección General de Tráfico (DGT) vigilará en las carreteras de toda España el uso del cinturón de seguridad y los sistemas de retención infantiles hasta el próximo domingo 10 de abril, coincidiendo con el Domingo de Ramos y con el inicio de la Semana Santa. Se trata de una nueva campaña de la DGT apenas unos días después de la entrada en vigor de la reforma de la Ley de Tráfico, que castiga con multas de 200 euros y la pérdida de cuatro puntos esta infracción.

La DGT intensificará la vigilancia desde el aire, con los helicópteros, así como con el control automatizado que se lleva a cabo a través de las 216 cámaras que están instaladas tanto en vías convencionales como en vías de alta ocupación. El objetivo fundamental es concienciar de la importancia de llevarlo para que todas las personas ocupantes de los vehículos, adultos o menores y viajen en el asiento que viajen, hagan uso del cinturón de seguridad o del adecuado SRI.

El cinturón es el dispositivo que más vidas ha salvado y salva en la carretera, puesto que su eficacia reduce a la mitad el riesgo de muerte en caso de accidente, aún hoy 1 de cada 4 fallecidos en siniestros viales sigue sin hacer uso del mismo. De hecho, en 2021 se incrementó en un 4% la no utilización del cinturón entre las personas fallecidas en turismo y furgoneta con respecto a 2019 (del 22% al 26%).

En el caso de los niños, la utilización de los sistemas de retención infantil es aún más importante ya que los datos demuestran que nueve de cada diez lesiones infantiles graves o mortales se habrían evitado si se hubieran utilizado los sistemas de retención obligatorios y que, en caso de accidente, las lesiones se reducen hasta en un 75% con un uso adecuado de los mismos.

En España es obligatorio que los menores de edad con una altura igual o inferior a 135 cm utilicen de manera correcta el sistema de retención infantil adecuado a su talla y peso, siendo recomendable hasta los 150 cm. Los menores deberán ir obligatoriamente sentados en los asientos traseros, salvo cuando el vehículo no disponga de ellos, ya estén ocupados por otros menores o no sea posible instalar en ellos todos los sistemas de retención infantil, y se recomienda que viajen en sentido contrario a la marcha.

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