Las distracciones al volante son una de las principales causas de accidentes de tráfico en España. Entre las más comunes, destacan el cansancio (29%), mirar el entorno (13%) e interactuar con los ocupantes del vehículo (9%, según el informe «La vida en un segundo. Distracciones y accidentalidad en las carreteras españolas (2012-2021)», elaborado por la Fundación Línea Directa en colaboración con Centro Zaragoza en 2023.
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Además de estas distracciones, otras actividades como utilizar el GPS en el móvil, comer o beber mientras se conduce también son causas significativas de distracción y pueden llevar a sanciones por parte de las autoridades. Según el artículo 18 de la Ley de Tráfico y Seguridadd Vial «el conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movivimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía».
Esto significa que si un agente de la Guardia Civil o la Policía pilla a un conductor comiendo o bebiendo mientras conduce, este podría enfrentarse a una multa. El artículo 13.2 de la misma ley establece que «un conductor deberá estar en todo momento en condiciones de controlar su vehículo». Y beber o comer mientras se está conduciendo son acciones que pueden dificultar de forma considerable la conducción y poner en riesgo tanto la vida del conductor como la del resto de usuarios de la vía.
Además, la Dirección General de Tráfico recuerda que «no llevar las manos al volante puede ser motivo de infracción leve». Esto significa que si un conductor quita las manos del volante para beber agua, colocar el GPS, regular la temperatura o comer algo, podría enfrentarse una multa de entre 80 y 200 euros, dependiendo del grado de la infracción.
Mantenerse hidratado y beber agua es fundamental para reducir el riesgo de sufrir un accidente de tráfico. Durante el verano, las elevadas temperaturas pueden producir fatiga, pérdida de reflejos, somnolencia o incluso desmayos. Para evitarlo, desde la DGT recomiendan que el vehículo esté a una temperatura inferior a los 25 grados, parar cada dos horas y beber agua, eso sí, esta última cuando el vehículo esté parado y no afecte a la conducción.
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