Los nombres de mujer que están a punto de desaparecer en España

No se llaman Lucía, ni Mateo, ni Sofía, ni mucho menos Martina, Alba o Aitana. Sus nombres son de principios del siglo XX y fueron concebidos por personas que vivieron incluso en XIX. Acracia, Acindino o Irundina son algunas de esas iaias o abuelos que hoy en día aún viven y que, según el INE (Instituto Nacional de Estadística) se han convertido en las y los supervivientes del pasado onomástico más venerable de España.

Ellas y ellos están a la cabeza de las personas vivas con el nombre más raro del país, ese que aún perdura en unas pocas decenas de personas y que es extraño encontrar hoy en día. Por ese motivo sus nombres los llevan las personas con la mayor edad media del país.

El INE, con datos de 2023, apenas registraba 32 mujeres que se llamaran Acracia, que tienen de media 85,6 años y residen mayoritariamente en la Comunitat Valenciana y Cataluña, por delante de Fraternidad (hay 29 y 85,3 años) o Afrodisia (sólo 20 y 85,3 años de media).

Por detrás se sitúa Domina (21 personas y 83,3 años) y a continuación, en quinta posición, aparece el primer hombre: Acindino, de los que apenas quedan 20 en todo el país, con una media de 82,9 años. Irundina, Policarpa, Lupicinia, Crescenciana o Sandalia (hay 78, aunque parezca mentira) mantienen el legado de nombres en peligro de extinción en una lista que es mayoritariamente femenina, una muestra de que ellas viven más que ellos.

Así, Eutiquia (hay 201), Eustasia, Virtuosa, Procopia, Aurentina o Teodula sobreviven a los Hermógenes o Floripes en una lista en la que hay 29 nombres entre los que aguantan con orgullo el paso del tiempo, desde Niceta a Abundia, pasando por Maudilia, Dativa, Eutilia, Ermesinda, Plautila, Basilides, Evilasia, Sabiniana o Iluminación.

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