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Martes, 1 de junio 2021
Este martes 1 de junio se han dado dos cambios sustanciales en el día a día de los españoles. Por una parte ha entrado en vigor la nueva fctura de la luz, el método en el que se establecen tres periodos horarios diferentes con precios asociados según el consumo, mientras que por otra parte se inicia el cumplimiento de la versión 7.5.0. del Manual de Procedimiento de la Inspección Técnica de Vehículos. Desde este primer día del mes de junio se endurece la ITV con nuevos puntos de vehículo a revisar y un aumento sustancial del importe de las multas. Además, según el propio manual, se establece un nuevo régimen para los vehículos afectados por el Brexit y se mantienen las medidas anticovid iniciadas hace cerca de un año.
Desde este primero de junio las revisiones serán más exhaustivas para los vehículos, señalando a tres elementos específicos. En dos de los casos, el cambio es que aumenta la gravedad de dos faltas, lo que implicaría que una revisión técnica inhabilitara el vehículo para poder circular.
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Entre las novedades que entrarán próximamente en vigor destaca que desde el 1 de junio se considera defecto grave el mal funcionamiento del sistema de frenada ABS en los vehículos donde no es obligatorio llevarlo. Esto quiere decir que, si disponemos en nuestro vehículo de sistema ABS, aun no estando obligados a llevarlo, si se enciende el testigo de mal funcionamiento, será considerado como defecto grave y motivo de inspección desfavorable. Hasta ahora esto simplemente era un defecto leve y no era motivo de rechazo.
Lo mismo sucede con el posible desprendimiento de los espejos retrovisores que también pasa a considerarse como un defecto grave.
Además, se establece la posibilidad de comprobar los datos del permiso de circulación por medio del Registro General de Vehículos de la DGT en caso de no ser presentado éste en la estación ITV y se excluye a los vehículos del Reino Unido del Espacio Económico Europeo.
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Desde este 1 de junio se endurecen las sanciones por circular con el coche sin haber superado la ITV:
- Circular sin tener la ITV ni el seguro vigente se considera una infracción grave o muy grave. De acuerdo al régimen legal actual, no tener la inspección técnica al día puede conllevar una sanción económica de 200 o 500 euros, dependiendo del caso; mientras que no tener el seguro obligatorio vigente, puede implicar una multa que varía desde los 601 euros a 3.005 euros, según el tiempo sin asegurar y la reiteración de la infracción.
- Tener la ITV caducada, es decir, tanto circular con el vehículo como tenerlo estacionado en el garaje o en la calle sin haber realizado la inspección técnica en la fecha en la que le correspondía acarrea una sanción económica de 200 euros y la obligación inmediata de realizar la ITV.
- Circular con la ITV desfavorable, es decir, seguir circulando con el vehículo pese a que se le detectaron defectos graves que sólo le permitirían desplazarse hasta el lugar de reparación genera una multa de 200 euros. En este supuesto, el titular del vehículo está obligado a reparar los defectos graves y volver a la estación de ITV, en un plazo máximo de 2 meses, para comprobar la subsanación de dichos defectos.
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- Circular con una ITV negativa, es decir, seguir circulando con el vehículo al cual se le han detectado defectos muy graves acarrea una sanción de 500 euros. En estos casos, el vehículo no está autorizado a abandonar la estación de ITV por medios propios, sino que tendrá que hacerlo transportado por una grúa hasta el lugar de reparación y volver a la estación ITV, en un plazo máximo de 2 meses, para comprobar la subsanación de los defectos.
En la nueva versión 7.5.0 del Manual de Procedimiento de Inspección se han incorporado aquellos cambios reglamentarios necesarios para adecuar la inspección técnica de vehículos a las nuevas tecnologías y se especifican de una manera más clara y precisa algunos procesos de revisión para los operadores de ITV como, por ejemplo, la comprobación de las emisiones en vehículos eléctricos de autonomía extendida (REEV) y la comprobación de las luces de cruce o carretera.
En la estación de ITV se revisan tanto aspectos mecánicos como administrativos relacionados con el vehículo. Así, lo primero que se inspecciona es la identificación del vehículo, comprobando la marca, modelo, número de bastidor y matrícula del vehículo, que deben coincidir con los que constan en la documentación del mismo. Además, debemos llevar los originales de la Tarjeta de Inspección Técnica y del Permiso de Circulación.
El vehículo no debe presentar defectos de oxidación y/o corrosión en elementos que afecten a los sistemas de seguridad ni aristas que puedan causar lesiones a los peatones. Elementos como los limpiaparabrisas y las puertas deben funcionar correctamente. En cuanto a los cristales, deben estar homologados y sin roturas que afecten a la visión. Además, el vehículo tiene que llevar los retrovisores necesarios, estar en buen estado y sus fijaciones deben ser las óptimas.
En el interior, los asientos tienen que estar perfectamente anclados a la carrocería. Los cinturones de seguridad deben ser los reglamentarios. Se presta especial atención a su correcto funcionamiento y a los sistemas de fijación y anclaje. En caso de llevar sistemas de retención infantil, también se revisa que sean los adecuados. Además, se verifica el funcionamiento del antihielo, antivaho y del antirrobo y velocímetro. También que no haya obstáculos que limiten el campo visual directo.
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Con un aparato llamado regloscopio, los técnicos de la ITV comprueban la orientación de las luces de cruce y carretera. También que estén homologados todos los dispositivos de iluminación y señalización, así como que el vehículo lleve el número reglamentario de luces y que estas están en perfecto estado.
Se utiliza un analizador de emisiones para verificar que las son inferiores a los límites establecidos de acuerdo a su fecha de fabricación y al tipo de combustible utilizado. También se comprueba el ruido que produce el vehículo y que este no supere lo que establece la legislación vigente.
Se revisa el estado y funcionamiento de los frenos, desde el pedal y hasta el bombín de la rueda. Mediante un frenómetro de rodillos se comprueba que la frenada sea superior a la mínima exigida según el tipo de vehículo. También se verifica que las ruedas de un mismo eje frenan con el menor desequilibrio entre ellas.
Se vigila el estado, el funcionamiento y las posibles holguras que puedan tener el volante, la columna, la caja de dirección y toda la timonería y las rótulas del mecanismo de dirección del vehículo.
Se examina el estado del motor, prestando especial atención a las pérdidas de aceite y al estado de sus anclajes, a la batería, al depósito de combustible, tuberías y las posibles pérdidas del sistema de alimentación. También se revisa el sistema de escape, el estado de la transmisión y sus posibles pérdidas.
También se comprueba el estado general de los ejes y de las ruedas y que los neumáticos que lleva el vehículo son los homologados para ese modelo. Además, se revisan los componentes de la suspensión, sus fijaciones, daños, fugas o protecciones.
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