Los nuevos tapones de los brick de leche desatan una tormenta de críticas

Las redes están que arden. Una de las polémicas de las últimas semanas que han enfurecido a miles de usuarios, está relacionada con los nuevos envases de Central Lechera Asturiana. De repente, los bricks de leche se han convertido en un problema porque nadie sabe cómo abrir correctamente su nuevo tapón.

«Están sucediendo muchas cosas en el mundo en este momento, pero siento la necesidad de resaltar que los nuevos tapones de central lechera asturiana son una chapuza vergonzosa arruinando mi maldita mañana todos los días cuando eran perfectamente bien antes. Joder...», criticaba el pianista James Rhodes.

La extraña polémica viene desencadenada por el desarrollo de Tetra Pak, que ha manifestado su lucha contra los productos de plástico y de un solo uso en Europa. «En Central Lechera Asturiana incorporamos las últimas innovaciones en envases para reducir al máximo nuestra huella de carbono. Por eso, hemos diseñado un tapón que queda unido al brik, mejorando la reciclabilidad del envase. Esta medida tiene como objetivo reducir los residuos plásticos, mitigar las emisiones de CO2 y facilitar el reciclaje de envases de un solo uso», explicaba la compañía.

Esta iniciativa nació con motivo de la nueva Ley Europea de Residuos que entrará en vigor en julio de 2024 y que establece que los recipientes de plástico de un solo uso para bebidas, solo estarán permitidos si las tapas y los tapones permanecen unidos. De este modo, será más fácil de reciclar ambos y mucho más difícil que se pierdan. No obstante, esta innovación ha desatado la furia de los usuarios y la empresa ha tenido que publicar un vídeo explicativo sobre cómo abrirlo y cerrarlo.

«Innovamos continuamente en el ecodiseño de los envases. Esto significa no sólo usar materiales reciclables, compostables o reciclados, sino también disminuir gramajes, suprimir elementos innecesarios y elegir los adhesivos y tintas incorporadas a los envases que permitan darle una segunda vida de forma fácil. Hasta las características del propio diseño del envase pueden suponer un hándicap para su reciclabilidad, así que lo pensamos y repensamos todo para poder reducir nuestro impacto cada año», han justificado desde Central Lechera Asturiana.

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