El peligro de subirse a la moda de las cejas que vienen

¿Vuelven las modas?

Las ultrafinas y alargadas, casi imperceptibles, fueron las protagonistas de la década de los noventa y los dos mil. La moda es cíclica y en la década del 2010 las cejas pobladas y tupidas volvieron a ser tendencia. En la actualidad, aunque las naturales siguen siendo las protagonistas, el resurgimiento de las modas de los noventa y de los dos mil ha vuelto a poner las finas en el foco y muchas celebrities ya han apostado por ellas. Además, más allá de su forma, también hay modas sobre el color y el modo de peinarlas. Las decoloradas y las laminadas son dos de las tendencias que arrasan en redes sociales. Esta última es una de las más vistas en las alfombras rojas más recientes.

¿Cuáles son los peligros de seguir a rajatabla las tendencias?

El de las cejas ultrafinas es evidente: si depilas de más puede haber zonas en las que deje de crecer pelo. El de las tupidas es «menos grave» ya que suele consistir en dejarlas crecer al natural y, en el caso de someterte a alguna técnica profesional como el microblading, el resultado es temporal. Dura entre un año y un año y medio, aproximadamente.

¿Hay vuelta atrás?

Si ha dejado de crecer pelo en alguna zona es difícil que vuelva a salir, pero existen productos que pueden ayudar. Los sérums de cejas, formulados con activos que potencian el crecimiento y fortalecen el vello, como los péptidos, el ácido hialurónico, el aceite de ricino o el pantenol, son una buena opción de tratamiento.

¿Qué técnicas se llevan a cabo para modificar las cejas y hasta qué punto se han generalizado?

Las técnicas para redibujarlas van desde el maquillaje hasta el microblading. Los lápices y tintes de cejas ayudan a dibujarlas, rellenarlas y teñirlas. Pero si queremos apostar por una técnica profesional y más duradera, el microblading es el tratamiento estrella. Se basa en el Tebori, el tatuaje tradicional japonés, y consiste en rellenar las cejas dibujando cada pelo a mano alzada con la ayuda de una pluma de metal. El resultado son unas cejas naturales y tupidas.

Sandra Llopis cree que actualmente somos mucho más consciente de la importancia de un buen diseño de cejas, de cómo influyen en la armonía facial. «Unas cejas bien definidas y diseñadas, además de enmarcar la mirada, nos dan expresión, nos rejuvenecen y equilibran nuestras facciones». Y advierte sobre la micropigmentación, una técnica más duradera que el microblanding porque se utiliza una aguja en vez de una pluma y los pigmentos se depositan en las capas más internas de la piel. «Por un lado, es más duradero, por otro es algo menos realista», explica.

¿Qué aconsejarías a quienes siguen las tendencias si mañana se llevan ultrafinas, por ejemplo?

Que sean conscientes del peligro que entraña cambiar su forma y depilarlas mucho. Las tendencias cambian, puede que mañana se lleven ultrafinas, pero en un tiempo lo serán las tupidas y puede ser tarde para volver a nuestra forma inicial. Para mí la clave es ser fiel a nuestra esencia y personalidad y no dejarse llevar por las modas. No tenemos por qué unirnos a todas. Solo a aquellas que vayan con nosotras, nos definan y nos hagan sentir cómodas. Como decía la periodista Marta D. Riezu en su libro 'La moda justa' (Anagrama, 2021), «el estilo aparece cuando una persona somete la moda a su propia personalidad», y no al revés.