Clara Alfonso
Valencia
Lunes, 11 de marzo 2024, 01:10
El estreñimiento es un trastorno digestivo común que puede afectar significativamente la calidad de vida de una persona. Se caracteriza por evacuaciones intestinales infrecuentes o dificultosas, heces duras y una sensación de incomodidad abdominal. Además de causar malestar físico, puede derivar en una serie de problemas de salud si no se aborda adecuadamente.
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Cuando las heces permanecen en el intestino grueso durante demasiado tiempo, el cuerpo puede absorber demasiada agua de ellas, lo que resulta en heces endurecidas y secas. Esto puede dificultar aún más su paso a través del colon y aumentar el riesgo de impactación fecal, una condición grave en la que las heces se acumulan y bloquean el intestino. También se asocia el estreñimiento con la aparición de hemorroides o el Síndrome del Intestino Irritable (SII), una afección crónica que afecta el funcionamiento normal del intestino y se caracteriza por dolor abdominal, distensión y cambios en los hábitos intestinales.
En este contexto, la dieta juega un papel fundamental en la prevención y el tratamiento del estreñimiento. Uno de los componentes clave de una dieta saludable para prevenir el estreñimiento es la fibra. Un nutriente esencial que se encuentra en los alimentos de origen vegetal y desempeña un papel crucial en la salud digestiva. Ayuda a promover la regularidad intestinal y a prevenir el estreñimiento al aumentar el volumen de las heces y facilitar su paso a través del tracto digestivo.
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Según algunos expertos, los adultos deben consumir entre 22 y 34 gramos de fibra al día, dependiendo de la edad y el sexo. Sin embargo, muchas personas, especialmente los adultos mayores, pueden no consumir suficiente fibra en su dieta diaria, lo que puede contribuir al estreñimiento.
Es importante consultar con un profesional de la salud, como un nutricionista, para planificar las comidas con la cantidad adecuada de fibra. Agregar fibra a la dieta debe hacerse gradualmente para permitir que el cuerpo se ajuste al cambio y evitar malestares gastrointestinales.
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Afortunadamente, hay muchas fuentes de fibra disponibles en una variedad de alimentos saludables. Algunas de las mejores fuentes de fibra incluyen:
- Granos enteros. El pan y la pasta de trigo integral, la avena y los cereales con hojuelas de salvado son excelentes opciones para aumentar la ingesta de fibra.
- Leguminosas. Las lentejas, los frijoles negros, las habichuelas, los frijoles de soya y los garbanzos son ricos en fibra y también proporcionan proteínas vegetales importantes.
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Carmen Barreiro
- Frutas. Las frutas como los frutos rojos, las manzanas con cáscara, las naranjas y las peras son ricas en fibra y también contienen vitaminas y antioxidantes beneficiosos para la salud.
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- Verduras. Las zanahorias, el brócoli, las arvejas y las hojas verdes de berza son excelentes fuentes de fibra y también proporcionan una variedad de nutrientes esenciales.
- Frutos secos. Las almendras, los cacahuetes y las pacanas son opciones saludables de bocadillos que también son ricas en fibra y grasas saludables para el corazón.
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