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Luis Enjuanes, nacido en Valencia el 9 de marzo de 1945, es un científico pionero en el estudio del coronavirus, disciplina en la que es considerado como una autoridad a nivel mundial. Cursó estudios de bachiller en el Luis Vives y se ... licenció después como Químico en la antigua Facultad de Blasco Ibáñez. De Valencia se fue a Madrid, enrolado en el equipo formado por los científicos Margarita Salas y Eladio Viñuela, y de ahí, a Estados Unidos. Hoy trabaja en el CSIC en busca de una vacuna contra el covid. En esta entrevista para LAS PROVINCIAS, desvela sus temores ante una posible retirada de la obligación de llevar mascarillas en interiores.
- Imagine que yo soy un negacionista. ¿Qué me diría? ¿Cómo me convencería de que me vacune?
- Le diría que es usted la persona ideal para que le ataque el virus. Porque no trata a toda la población por igual. El virus no piensa pero, cuando entra en un individuo que está vacunado, normalmente se elimina. Lo ideal para un virus es un negacionista que no se haya vacunado. Puede morir porque no tiene ninguna defensa y además propaga el virus: es un peligro para sí mismo, para su familia y para el resto de la sociedad. Yo llevaría a los negacionistas a una UCI, que vieran a las personas que no se han vacunado. Y luego los llevaría a la planta, para que vieran a personas afectadas por el virus que sí se han vacunado y se quedan en el hospital como mucho una semana y luego se van a casa.
- Le pido un nuevo ejercicio de imaginación. Su vacuna, uno de los proyectos con ADN español, encierra unas cuantas ventajas respecto a las demás. ¿Por qué debo recurrir a ella en vez de vacunarme con otra?
- En primer lugar, porque está demostrado que es bueno alternar la vacunación. Recurrir a vacunas distintas. Si nos inmunizamos por ejemplo solo con tres dosis de Astrazeneca, la eficacia de la segunda y de la tercera vacuna se reduce dramáticamente. Alternar las vacunas está demostrado que es lo más efectivo: si estuviera operativa la nuestra ya tendría esa ventaja, porque las que se están administrando ahora sólo tienen un antígeno mientras la nuestra lleva varios antígenos y da una inmunidad mucho más amplia. Se autoamplifica y es más fuerte.
- Y además se administrará por vía nasal.
- Eso es. Hay que tener en cuenta que las vacunas actuales no protegen bien el tracto respiratorio, que es donde ataca de verdad el coronavirus. Nos protegen parcialmente aunque nos salvan de patologías serias y de la muerte, pero si después de tres vacunas aún podemos contraer el virus, es que el nivel de protección es mejorable. Porque si el virus penetra intranasalmente, lo que hay proteger es el tracto respiratorio, como hace nuestra vacuna, que se administra por vía nasal y que inmuniza bronquios, pulmones y demás aparato respiratorio. Que insisto en que es por donde entra el virus en el 99 por ciento de los casos.
- Una pregunta muy directa. ¿Vacuna obligatoria, sí o no?
- A ver. Está demostrado que incluso los negacionistas se ponen la vacuna cuando se les impide hacer su vida cotidiana o si se les ponen pegas para viajar o entrar en una cafetería. Hay que seguir con ese tipo de pedagogía. Creo más en ella que en la obligación de vacunarse.
- Otra pregunta directa. ¿Es la hora de acabar con la obligación de mascarilla en interiores? ¿Sí o no?
- Creo que hay que ir retirando las mascarillas pero con 400 casos por 100.000 habitantes como estamos, no. Hay que hacerlo con mucho cuidado y con mucha lentitud, cuando bajemos esas cifras. Y siempre viendo las consecuencias. Si la cosa no va bien… Creo que ahora cambios tan drásticos no proceden.
- Cuando hablé con usted hace casi un año me confesó su desconcierto ante la complejidad del virus. Reconoció que le había sorprendido. Su letalidad, su alta capacidad infecciosa, la velocidad de propagación… ¿Sigue sorprendido?
- Lo que he aprendido es que todas mis predicciones de que el virus iba a persistir pero se iba a atenuar se han cumplido pero mucho más tarde de lo que yo esperaba. Mis pronósticos se han cumplido pero eso no quiere decir que el omicron, aunque está atenuado, no pueda matar a personas con ciertas patologías. Ahora estoy un poco más conforme con lo que yo pensaba en un principio.
- Le pido una predicción final. La lucha contra el covid, aunque contiene numerosos avances derivados del progreso en la vacunación, también se distingue por un principio de incertidumbre. Por ejemplo si nuestro sistema sanitario está de verdad preparado para afrontar una nueva pandemia.
- La situación de ahora en España no es semejante. Antes, cuando venía un coronavirus de alcance mortal, se encontraba con una población sin vacunar. Y entraba a saco. Pero si ahora nos viniera un coronavirus, aunque fuera evolucionado, se encontraría con una población vacunada casi al cien por cien y con una respuesta celular que nos protegería. Una nueva ola no tendría esa misma gravedad.
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