Jose Villalgordo

El fármaco Mounjaro llega a las farmacias: precio y ¿se necesita receta?

Se trata de una medicación inyectable diseñada para mejorar los niveles de azúcar en sangre en adultos con diabetes mellitus tipo 2

Miércoles, 26 de junio 2024, 01:51

La batalla por el control de la obesidad y la diabetes tipo 2 en España está a punto de intensificarse con la llegada de un nuevo contendiente: Mounjaro. Este nuevo fármaco promete ser un fuerte competidor para los ya conocidos Ozempic y Wegovy, ambos fabricados por la danesa Novo Nordisk. A partir del lunes 1 de julio, Mounjaro estará disponible en las farmacias españolas, ofreciendo una nueva esperanza para quienes luchan contra la obesidad y la diabetes tipo 2.

Publicidad

Tal y como explican desde la farmacéutica 'Eli Lilly and Company', Mounjaro es una medicación inyectable que se administra semanalmente y está diseñada para mejorar los niveles de azúcar en sangre en adultos con diabetes mellitus tipo 2. Se administra por vía subcutánea en dosis de 5 mg y 10 mg, aunque inicialmente solo estarán disponibles en España las dosis de 5 mg.

Por el momento, el fármaco no está financiado por el sistema público de salud, aunque Lilly está en negociaciones con el Ministerio de Sanidad para su inclusión. Mientras tanto, el precio de Mounjaro será de 271 euros mensuales para la dosis de 5 mg y de 358 euros para la de 10 mg. Es importante destacar, que su venta se realizará exclusivamente bajo prescripción médica, lo que significa que es imprescindible tener una receta para adquirirlo.

Indicado para tratar diabetes tipo 2 y obesidad

Mounjaro no solo competirá con Ozempic y Wegovy en el mercado, sino que promete una mayor eficacia según diversos estudios. A diferencia de Ozempic, que está indicado solo para la diabetes tipo 2, Mounjaro ha sido aprobado tanto para la diabetes tipo 2 como para la obesidad, aplicable a personas con un índice de masa corporal (IMC) superior a 30.

El principio activo de Mounjaro es la tirzepatida, mientras que los fármacos de Novo Nordisk utilizan la semaglutida. Ambos comparten objetivos similares: reducir el apetito y controlar los niveles de azúcar en sangre. Sin embargo, Mounjaro actúa tanto sobre los receptores del péptido similar al glucagón (GLP-1) como sobre el polipéptido inhibidor gástrico (GIP), lo que podría explicar su mayor eficacia.

Publicidad

En términos de control glucémico, más del 90% de los pacientes tratados con Mounjaro lograron niveles adecuados de azúcar en sangre. En el ámbito de la obesidad, el 40% de los pacientes experimentaron una pérdida de peso igual o superior al 25%, con una media de reducción del 22,5% del peso corporal tras 72 semanas de tratamiento. Esto se compara favorablemente con el 17% de reducción de peso observado en los ensayos clínicos de Wegovy.

Efectos secundarios

Entre los efectos adversos más frecuentes de la tirzepatida se encuentran las náuseas y la diarrea. Estos síntomas son habituales al inicio del tratamiento, pero generalmente disminuyen con el tiempo a medida que el cuerpo del paciente se adapta al medicamento. Aunque pueden ser molestos, en la mayoría de los casos no son graves y tienden a mejorar sin necesidad de intervención médica adicional.

Publicidad

La hipoglucemia, o bajada de azúcar en sangre, es otro efecto adverso muy común cuando la tirzepatida se usa en combinación con otros medicamentos para la diabetes tipo 2, como las sulfonilureas o la insulina. En estos casos, puede ser necesario ajustar la dosis de estos medicamentos para evitar episodios de hipoglucemia.

Los síntomas de la hipoglucemia pueden incluir dolor de cabeza, somnolencia, debilidad, mareos, sensación de hambre, confusión, irritabilidad, latidos rápidos del corazón y sudoración. Es fundamental que los pacientes aprendan a reconocer estos síntomas y sepan cómo tratarlos adecuadamente. El médico debe proporcionar instrucciones claras sobre cómo manejar los niveles bajos de azúcar en sangre para prevenir complicaciones graves.

Publicidad

En este contexto, para minimizar los efectos adversos, es esencial seguir las recomendaciones del médico en cuanto a dosificación y manejo del tratamiento. La adaptación gradual del cuerpo a la tirzepatida puede ayudar a reducir la incidencia de náuseas y diarrea. En el caso de la hipoglucemia, ajustar las dosis de insulina o sulfonilureas y monitorear regularmente los niveles de glucosa en sangre puede ayudar a prevenir episodios graves.

Si los efectos adversos persisten o se vuelven severos, es crucial comunicarse con el médico para ajustar el tratamiento y garantizar un manejo seguro y eficaz de la condición.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€

Publicidad