EP
Madrid
Martes, 20 de octubre 2020
El subdirector general del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), Manuel Cuenca Estrella, ha alertado de que «lo que está pasando con el Covid-19 puede pasar con otros virus» y, por ello, «es fundamental que lo conozcamos bien para poder enfrentarnos a estas amenazas de forma eficaz».
Publicidad
En una 'Conversación online' organizada por la Fundación Ramón Areces para hablar de 'Los otros virus', donde ha ejercido de moderador, ha mostrado su preocupación sobre la situación actual y ha llamado a extremar la precaución para frenar esos nuevos peligros, entre los que se encuentra el Ébola, Crimea Congo, Lassa, Fiebre del Nilo o Marburg -todas ellas enfermedades transmitidas por vectores- y otras respiratorias como la gripe aviar o porcina en sus múltiples variantes.
En ese contexto se dijo que en algún momento podría aparecer una plaga, un patógeno capaz de causar infecciones incurables en el ser humano y de amenazar la sociedad. Así, han recordado que ha habido avisos ya, es el caso del SARS-1, la gripe aviar, el brote del Ébola y el Covid-19, que «han demostrado que esta premonición era cierta».
«Aparte del sida, de las resistencias antimicrobianas y de las infecciones oportunistas, la multiplicación de los viajes hasta cientos de millones todos los años, el contacto con nuevos nichos ecológicos que se han urbanizado y el fenómeno de la globalización han hecho que aparezcan de una manera muy sensible nuevos patógenos que apenas eran conocidos fuera de su lugar de origen», ha advertido.
«Si consultamos la literatura científica de la segunda mitad del siglo XX, con el fabuloso desarrollo que tuvieron las vacunas y los antimicrobianos, veíamos que la estrategia para el tratamiento de las enfermedades infecciosas era directamente su erradicación. Todo el mundo pensaba que las amenazas infecciosas iban a acabar desapareciendo en unos pocos años», ha explicado.
Publicidad
Sin embargo, en la década de los 80 apareció el virus del sida, que modificó completamente ese enfoque de la erradicación. «Aparecía una enfermedad infecciosa que se expandía posiblemente desde su origen africano y que era capaz de cambiar los usos sociales y convertirse en una plaga, como se reconoció en aquellos años», ha explicado el ex director del Centro Nacional de Microbiología.
Ha recordado también cómo el sida, además, trajo una serie de cambios como la aparición de las «enfermedades oportunistas, que era infecciones que aparecían en personas que no tenían defensas o que tenían factores predisponentes».
Publicidad
De los virus transmitidos por vectores ha hablado María Paz Sánchez Seco, directora del Laboratorio de Referencia de Arbovirus en el Centro Nacional de Microbiología. Ha explicado la situación de uno de estos virus, el Crimea Congo, transmitido por una especie de garrapata. «En 2016 se registró el primer caso en nuestro país. A los seis días de la picadura, aparece en la sangre. A los diez días de los primeros síntomas, el 30% de los pacientes contagiados fallece», ha resumido.
Esta doctora también se ha referido al brote de Ébola de los años 2014-2015, que pudo controlarse y no produjo ningún caso secundario. También ha llamado la atención sobre el dengue, en expansión, que produce 390 millones de infecciones al año, de los que medio millón llegan a ser graves, con una mortalidad en esos últimos casos del 2,5%. «Si llega a donde hay vectores eficientes, existe riesgo de brotes autóctonos, de ahí que sea clave vigilar la entrada de estas especies de mosquitos», ha señalado.
Publicidad
Por su parte, Inmaculada Casas Flecha, responsable del Laboratorio de Referencia de Virus Respiratorios y Gripe del Centro Nacional de Microbiología y directora del Centro Nacional de Gripe de la OMS de Madrid, ha negado que el Covid-19 pueda transmitirse libremente por el aire. «Este tipo de virus necesita llevar un vehículo», ha confirmado.
«Existe evidencia científica de que la transmisión se produce a través de las gotitas. Ahora, si el tamaño de la gotita es de unas micras o más grande, eso puede influir en que se transmita mejor o peor, pero necesita de las gotitas. Un virus que no tenga una matriz no aguanta. Además, en este caso que hablamos de un virus envuelto, como es el coronavirus, sería imposible que sobreviviera en el aire», ha explicado.
Publicidad
Durante su intervención, ha señalado también que, aunque es cierto que los murciélagos actúan como reservorios, la realidad es que los que transmiten a los humanos las enfermedades son otras especies intermedias. «Los murciélagos tienen un alto grado de protección y en los últimos meses se han descubierto ataques a sus colonias», ha denunciado. Al respecto, ha señalado a las aves acuáticas como los reservorios naturales de otros de los más importantes virus que pueden producir emergencias sanitarias, como los de la gripe A.
.
Suscríbete a Las Provincias al mejor precio: 3 meses por 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.