REDACCIÓN
VALENCIA
Jueves, 13 de octubre 2022, 15:34
La reina Letizia ha desvelado que sufre una dolencia en el pie: el Neuroma de Morton. Llamada también Metatarsalgia de Morton, es una de las principales causas de dolor en la parte anterior del pie, y un motivo de consulta muy frecuente en los servicios especializados en patología del pie.
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El Neuroma de Morton es más común en las mujeres que en los hombres. Aunque su origen no es claro, se han propuesto varias teorías, desde un daño crónico del nervio por tracciones repetidas, un déficit vascular en la vaina de los nervios, un efecto compresivo por las estructuras adyacentes o la inflamación de las mismas.
También se a demostrado una asociación entre el uso de calzado estrecho y tacones altos con el desarrollo de esta patología, así como entre la presencia de deformidades, como los juantes o los dedos en martillo o en garra, y el desarrollo de neuromas.
El dolor es su síntoma más habitual, y característicamente empeora al caminar, al estar de pie y al usar zapatos estrechos, recoge la Clínica Cemtro. Es característico del Neuroma de Morton que el dolor aparezca de forma súbita y repentina, y que se describa como «eléctrico». El paciente suele tener que descalzarse y masajearse la planta del pie, lo que suele producir alivio.
Además del dolor, que puede persistir en reposo, el paciente puede notar calambres, acolchamiento o hormigueos en la zona del neuroma.
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El diagnóstico es sencillo: el dolor puede ser reproducido al palpar el nervio entre los dedos o al comprimir la parte delantera del pie.
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Además, e relativamente frecuente que el paciente tenga más de un neuroma, con localizaciones habituales entre el tercer y el cuarto dedo (tercer espacio interdigital); y entre el segundo y el tercero (segundo espacio interdigital).
Las pruebas de imagen (radiografías, por ejemplo) nos ayudan a distinguir el Neuroma de Morton de otras posibles causas de dolor en la zona, como la bursitis metatarsiana o la artrosis del antepie.
- Usar calzado de tamaño apropiado, zapatos amplios y cómodos, y evitar aquellos donde los dedos queden apretados.
- Evitar los tacones altos en la medida de lo posible.
- Usar plantillas acolchadas y suaves.
- Realizar ejercicios para mejorar la fuerza y flexibilidad general del pie. Por ejemplo, recoger y soltar una canica con los dedos de los pies, o sujetar los cinco dedos con una banda elástica y abrirlos, manteniendo la extensión unos segundos.
- Realizar ejercicios de relajación para la fascia plantar (la membrana que recubre la musculatura del pie), como usar una pelota de golf o una lata fría para pisar con el pie y masajear la fascia.
- Realizar ejercicios activos de estiramiento de gemelos, colocando las puntas de los pies sobre un escalón y bajando los talones lo máximo posible hacia el escalón inferior.
El tratamiento varía dependiendo de la severidad del dolor y el tamaño del neuroma.
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Tratamiento conservador
En casos de dolor leve se puede comenzar con reposo y elevación del pie, tratamiento de fisioterapia, y cambios en el calzado y la actividad. La toma de antiinflamatorios o analgésicos orales puede ayudar a controlar los síntomas.
También el uso de prótesis o almohadillas protectoras que disminuyan la carga sobre la zona afectada puede mejorar los síntomas.
Si el dolor es más importante o persistente, se puede realizar alguna infiltración con corticoides y anestésicos, sobre todo si el paciente lo demanda y tiene miedo a una intervención de otro tipo. Los beneficios con las infiltraciones suelen ser temporales.
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Tratamiento quirúrgico – Cirugía del Neuroma de Morton
El tratamiento clásico del neuroma de Morton es la cirugía abierta. Recientemente se ha empezado a aplicar un tratamiento por radiofrecuencia del neuroma de Morton que permite, con anestesia local y solamente un pinchazo, disminuir el neuroma de forma significativo, haciendo desaparecer los síntomas del paciente. Este sencillo proceso tiene el inconveniente de que tienen una mayor tasa de recidiva, por lo que en ocasiones se debe repetir. Sin embargo, a su favor juegas que no deja cicatriz y no tiene efectos adversos.
El tratamiento definitivo, en caso de neuromas grandes o de fallo de las opciones descritas, es la extirpación quirúrgica.
Se trata de una cirugía menor que no requiere hospitalización. La mejoría es inmediata tras la cirugía, aunque el paciente debe permanecer en reposo relativo hasta la retirada de los puntos en dos semanas aproximadamente. No precisa rehabilitación posterior a la cirugía.
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