El sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado (SIBO, por sus siglas en inglés) ha pasado de ser un trastorno digestivo casi desconocido, a estar en boca de todos después de que varias influencers hayan compartido en redes sociales su experiencia y cuáles son sus síntomas. Esto ha provocado que muchas personas, especialmente los más jóvenes, hayan empezado a automedicarse y a seguir una dieta específica con carencias nutricionales (como lo es la dieta FODMAP) que puede provocarles trastornos a medio y largo plazo, tal y como aseguran varios especialistas de la Universidad Europea.
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Por este motivo, los profesionales recomiendan realizarse las pruebas pertinentes y pedir consejo e información a un profesional antes de empezar a tratarse por decisión propia. Pese a que algunos de los síntomas que padecen estas personas puedan coincidir con los de esta enfermedad, podría darse el caso de que solo fuesen síntomas de un testino irritable, por lo que los expertos insisten en no hacer caso únicamente a lo que se ve a través de internet.
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El auge de esta dolencia en redes sociales, con unos síntomas muy genéricos, que coinciden en la mayoría de ocasiones con los de otras enfermedades intestinales, se han trasladado a las salas de espera de las consultas de los especialistas en digestivo, hasta provocar una verdadero atasco en los diagnósticos de todo tipo de pruebas. De ahí que los profesionales de la sanidad pública hayan dado la voz de alarma.
El SIBO es una acumulación de bacterias en el intestino delgado. Su nombre viene de las siglas en inglés de Small Intestine Bacterial Overgrowth. Son bacterias que normalmente viven en el tracto gastrointestinal, pero que han proliferado de forma excesiva en un lugar que no está preparado para esa cantidad. Éstas dificultan la digestión y producen daños en el epitelio intestinal. Reducen la disponibilidad de nutrientes, producen gas en el intestino delgado que causa distensión, dolor, estreñimiento o diarrea, disminuyen la absorción normal de grasa, pueden provocar sensibilidades alimentarias.
La prueba más común para detectar el sobrecrecimiento bacteriano es el test de hidrógeno y metano en aire aspirado. El paciente debe ingerir un preparado con glucosa o lactulosa, tras 12 horas de ayuno y otras 12 de dieta preparatoria estricta para medir con precisión la reacción del organismo a la presencia de estas sustancias. Durante un proceso de casi cuatro horas, el paciente sopla en un recipiente cada media hora para que los laboratorios hagan mediciones de la cantidad de hidrógeno o metano generado por la actividad de las bacterias. Si se producen picos, se confirma el positivo.
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Clara Alfonso
FODMAP en español se refiere a Monosacáridos, disacáridos, oligosacáridos y polioles fermentables; se trata de un grupo de compuestos altamente fermentables en el intestino. La dieta baja en FODMAPs, es una propuesta dietética desarrollada en la Universidad de Monash (Australia) para aliviar los síntomas de algunos trastornos digestivos. Esta dieta se aplica normalmente durante unas 4 semanas (aunque depende del caso) y, a continuación, se comienza el periodo de reintroducción de alimentos de forma controlada para evaluar la tolerancia a cada tipo de FODMAP.
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