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CLARA ALFONSO
Valencia
Lunes, 14 de noviembre 2022, 20:53
Cada vez son más las personas que padecen algún tipo de alergia en España. Según datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), en los últimos 40 años la cifra ha aumentado hasta alcanzar el 30% de la población.
Existen muchos tipos de reacciones alérgicas, que suelen manifestarse con rachas de estornudos, secreción mucosa, picor, erupción cutánea y obstrucción nasal. Una de las alergias más comunes es la reacción inmunitaria a los ácaros de polvo, unos insectos microscópicos que suelen vivir en el polvo de nuestra casa.
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Estos insectos se alimentan de las células muertas de nuestra piel y en lugar de beber agua, absorben la humedad del ambiente. Sus parientes más cercanos son las arañas y las garrapatas, y suelen encontrarse-aunque no los veamos- en todo tipo de tejidos, como la ropa, los colchones, las almohadas o las alfombras.
Tal y como explican en 'Mayo Clinic', el polvo también contiene el excremento y los cuerpos en descomposición de los ácaros y son las proteínas presentes en estos 'restos' las que provocan la reacción alérgica.
Las reacciones alérgicas ocurren cuando el sistema inmunitario reacciona ante una sustancia extraña, como el polen, la caspa de las mascotas o los ácaros del polvo. Tu sistema inmunitario produce proteínas conocidas como anticuerpos que lo protegen de invasores no deseados que podrían enfermarte o causarte una infección.
Cuando tienes alergia, tu sistema inmunitario hace que los anticuerpos identifiquen un alérgeno en particular como algo dañino, aunque no lo sea. Al entrar en contacto con el alérgeno, el sistema inmunitario produce una respuesta inflamatoria en tus fosas nasales o pulmones.
La exposición regular o prolongada al alérgeno puede provocar una inflamación constante (crónica) asociada con el asma.
Algunos de los síntomas de la alergia a los ácaros del polvo provocados por la inflamación de las fosas nasales son:
-Estornudos.
-Goteo de la nariz.
-Ojos rojos, llorosos o con picazón.
-Congestión nasal.
-Picazón en la nariz, el paladar o la garganta.
-Goteo nasal posterior.
-Tos.
-Dolor y presión facial.
-Piel azulada e inflamada debajo de los ojos.
-En el caso de un niño, frotarse la nariz hacia arriba con frecuencia.
Si tu alergia a los ácaros del polvo contribuye a que tengas episodios de asma, también puedes sufrir:
-Dificultad para respirar.
-Dolor u opresión del pecho.
-Pitido o sibilancia que puede oírse al exhalar.
-Problemas para dormir causados por falta de aire, tos o sibilancia al respirar.
-Episodios de tos o sibilancia al respirar que empeoran con un virus respiratorio, como un resfriado o influenza.
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