Cuántas tazas de café se pueden tomar al día sin poner en riesgo la salud

¿Cuánto café debo beber al día? Durante muchos años el café «ha estado completamente proscrito», recuerda el nefrólogo Borja Quiroga, que ha desmontado uno de los mitos más extendido durante décadas. «Hace 20 años venían a la consulta pacientes y cuando decían ¿café? la respuesta era: 'No, no, no, usted no puede tomar café que le sube la tensión», relata el doctor, autor del libro 'Por mis riñones que hoy como bien'.

«El café ha sufrido una revolución. Ahora sabemos que no es negativo, que el café natural tiene muchos beneficios: anticancerígenos, antioxidantes, antiinflamatorios. Y lo tiene, y esto la gente no lo conoce, por compuestos cafeínicos, o sea por el propio café con cafeína, pero también por compuestos que no tienen que ver con la cafeína. Tienen beneficios, con cafeína y descafeinados«.

Además, la cantidad que se puede tomar no es menor. La gente que tiene hipertensión «puede tomar café natural sin ningún problema. Sube un poco la tensión, mínimamente», explica el nefrólogo. ¿Y cuál es el límite? Según el doctor Quiroga, «con evidencia quimica en la mano, seis cafés al día. Y no pasa nada. Ahora sabemos que es beneficioso para nuestro riñón, para nuestro corazón y para nuestro cerebro. El beneficio de ir aumentando las tazas de café es lineal hasta las seis, y a partir de ahí se mantiene. Yo tomo cuatro al día y no tengo ningún poroblema».

Según Quiroga, «un reciente estudio ha demostrado que el consumo de café antes de la comida tiene un impacto positivo en nuestra salud (Eur Heart J. 2025)».

Sin embargo, sí que hay varios límites. Uno, el horario. «Ojo porque su beneficio se limita a tomarlo hasta las 3 o 4 de la tarde y que no impacte en las horas de sueño«. El segundo límite es, evidentemente, la cantidad. «Yo tenía un paciente que me decía que tenía las cifras de tensión muy altas y no encontraba por qué era. Le pregunté, ¿usted toma café? Y me dijo, sí yo hago un puchero y tomo 20 cafés al día. Hombre, `ues eso sí que es peligroso», subrayaba en el programa 'La tarde' de la Cadena Cope.

En tercer lugar, es determinante el tipo de café. El soluble es el aconsejable, pero el torrefacto no es recomendable, «porque es duro al paladar, complicado de digerir y, sobre todo, está recubierto de azúcar y lo que se quema al tostarlo es el azúcar, lo que lo convierte en un producto perjudicial para nuestra salud. Ahí ya entramos en otra liga. Así que tenga cafeína o no, siempre toma café natural y si puedes moler el grano justo antes de consumirlo, ¡mejor!», concluye.

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