Síntomas de la enfermedad de Hashimoto: qué es y quiénes la padecen

La tiroides es una glándula pequeña que se encuentra justo en la parte delantera del cuello, que se encarga de producir hormonas que regulan la energía que emplea el organismo. Su función es muy importante ya que de estas hormonas dependen multitud de órganos del cuerpo y por lo tanto afectan a muchas de sus funciones. Por lo tanto, cualquier problema en este aspecto puede provocar multitud de efectos secundarios y manifestarse de diferentes formas en nuestro cuerpo como señal de alerta.

Existen diferentes problemas que pueden darse en esta glándula, y en función de su naturaleza mostrarán unos síntomas u otros. Uno de ellos es la enfermedad de Hashimoto, un trastorno autoinmunitario que suele derivar en hipotiroidismo, o tiroides hipoactiva. Incluso, aunque suele ser poco común, puede llegar a provocar hipertiroidismo o tiroides hiperactiva.

Estos son los problemas que pueden darse en la tiroides de quienes padecen la enfermedad de Hashimoto:

- La tiroides es atacada por el propio sistema inmune, que produce anticuerpos para 'defenderse' de la glándula.

- Los glóbulos blancos del sistema inmune se acumulan en grandes cantidades en la tiroides.

- La tiroides se daña y es incapaz de generar suficientes homornas tiroideas, encargadas de controlar el uso que nuestro cuerpo hace de su energía, afectando a todos los órganos.

Los síntomas de la enfermedad de Hashimoto pueden no presentarse al principio, pero cuando el paciente nota uno o más de los efectos del hipotiroidismo quiere decir que el trastorno está más avanzado.

Algunos de los síntomas del hipotiroidismo que pueden delatar a la enfermedad de Hashimoto son:

- Fatiga y cansancio constante

- Aumento de peso

- Muy mala tolerancia al frío

- Estreñimiento

- Ritmo cardíaco lento

- Dolor musculares y de articulaciones

- Piel seca y pelo áspero y de poca densidad

- Menstruación abundante o irregular

- Problemas para quedarse embarazada

Cuando la tiroides presenta problemas de funcionamiento puede ocasionar un bocio que haga que la parte frontal del cuello se vea visiblemente hinchada. Aunque no duele, sí puede ocasionar molestias como una sensación de garganta llena.