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La trombosis del viajero: qué es y cómo evitarla

La trombosis del viajero: qué es y cómo evitarla

Esta afección conlleva la aparición de trombos en la sangre como consecuencia de no moverse durante largos periodos de tiempo

Rubén Tamarit

Valencia

Lunes, 10 de julio 2023

Con la llegada del verano y las vacaciones cada vez son más frecuentes los desplazamientos de larga distancia y, por lo tanto, el pasar horas y horas sentados en un asiento de reducido espacio mientras viajamos. Por eso mismo, ahora más que nunca, es importante saber qué es la trombosis del viajero y cómo prevenirla.

¿Qué es la trombosis del viajero?

Según la CDC (Centros para la prevención y control de enfermedades) la trombosis venosa profunda (TVP), también conocida como la 'Trombosis del viajero' o el 'Síndrome de la clase turista', es una afección que ocurre cuando se forma un coágulo de sangre en una vena profunda. Estos coágulos, por lo general, se forman en la parte inferior de las piernas, los muslos o la pelvis, y también pueden aparecer en los brazos».

Esta dolencia ocurre por una falta de movilidad, que es fácil que se produzca durante los trayectos largos en coche, autobús, tren o avión por la falta de espacio en el asiento.

¿Quién puede sufrir una trombosis venosa profunda?

Generalmente, puede verse afectado cualquier individuo que permanezca sentado y sin mover las piernas en un periodo extendido de tiempo (por lo común, más de tres horas). No obstante, según la CDC existen ciertos factores asociados directamente a esta afección:

1.- Tener más de 60 años aumenta las probabilidades de sufrir una trombosis

2.- Falta de movimiento. Si no movemos nuestras articulaciones durante un largo periodo de tiempo, como suele ocurrir cuando viajamos en un medio de transporte, los músculos dejan de contraerse y aumenta el riesgo de que aparezca un trombo.

3.- Lesiones en las venas o cirugías y la insuficiencia cardíaca también son factores de riesgo.

4.- El embarazo también aumenta las posibilidades de que ocurra, al ser mayor la presión ejercida sobre la pelvis y las piernas.

5.- La enfermedad intestinal inflamatoria, los antecedentes familiares y la carga genética también juegan un papel clave en lo que respecta a la aparición de este tipo de trombos.

6.- El sobrepeso también provoca un aumento en la presión de las venas.

7.- Fumar afecta directamente al flujo sanguíneo y su coagulación.

8.- Algunos tipos de cáncer y tratamientos derivados también pueden afectar a la densidad de la sangre.

Síntomas y riesgos del síndrome del turista

La trombosis del viajero puede presentarse sin provocar síntomas perceptibles. No obstante, destacan los siguientes:

- Sensación de hormigueo en la zona afectada

- Dolor y/o hinchazón en las piernas y/o pantorrillas

- Calambres que suelen empezar en las pantorrillas y luego desplazarse a otras zonas del cuerpo

- Coloración azulada o rojez de la piel

- Sensación de calor en la pierna afectada y dificultad para caminar

Según la CDC la complicación más grave de esta afección ocurre cuando «una parte del coágulo se desprende y viaja por el torrente sanguíneo hasta los pulmones, causando un bloqueo llamado embolia pulmonar (EP). Además, cerca de una tercera parte de las personas que la padecen presentan complicaciones a largo plazo a causa del daño que ocasiona el coágulo en las válvulas de la vena, lo que se conoce como síndrome postrombótico (SPT).»

En caso de presentar alguno de los síntomas mencionados arriba, después o durante un largo viaje en que la movilidad corporal haya sido mínima, es recomendable acudir a un profesional de la salud para evitar que el síndrome del turista se convierta en algo más grave.

Cómo evitar la trombosis del viajero

Dejar de viajar no debería ser una opción. Por ello, algunas de las formas más comunes para evitar sufrir una trombosis de este tipo y poder seguir viajando son:

- Mover las piernas, y en general el cuerpo, después de un viaje largo. También sería recomendable, en el caso de ser posible, hacer paradas para descansar y estirar las articulaciones. En caso de no poder, sería buena idea optar por realizar pequeños ejercicios desde el asiento: jugar a subir y bajar los talones manteniendo las puntas de los pies en el suelo y lo mismo a la inversa; o bien tensar y destensar los músculos de las piernas para evitar que dejen de contraerse y pueda aparecer un trombo.

- No cruzar las piernas para asegurar una mejor circulación de la sangre y dejar espacio libre a los pies.

- Mantenerse bien hidratados y vestir prendas que no nos aprieten.

- Evitar prácticas que puedan hacer más probable sufrir un trombo, así como cuidar nuestra salud: el ejercicio y la alimentación saludable reducen la posibilidad de sufrir una trombosis.

- Consultar a un médico en caso de cumplir alguno de los factores de riesgo previamente mencionados antes de realizar un viaje largo.

Cuidarse es imprescindible. Por ello, aunque nos vayamos de vacaciones, nuestra salud no debe estarlo. Es importante saber de la existencia de este tipo de afecciones para evitar sufrirlas.

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