Algunos alimentos nos ayudan a sentirnos más ligeros. Fotolia

Los alimentos prohibidos en tu dieta si quieres reducir el abdomen

Una dieta saludable y realizar ejercicio físico son las claves para perder peso

b. s.

Jueves, 7 de julio 2022, 01:32

Tener el abdomen tonificado no es una utopía. Aunque las fórmulas secretas no existen, conseguir un vientre plano no es algo imposible. Perder algunos centímetros en esta parte del cuerpo es difícil porque suele tender a acumular grasa. Además, si hay problemas de retención de líquidos o estreñinimiento, la situación se agrava más.

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Para reducir el abdomen de forma efectiva es esencial gastar más energía de la que consumimos. Por eso es esencial practicar ejercicio de forma regular. Además, podemos ayudar al organismo a depurarse a través de bebidas detox, como infusiones, batidos o zumos naturales.

Es importante tener en cuenta que, para deshincharse, no hay que dejar de tomar agua. Cuando bebes un nivel de agua adecuado para tu organismo, este elimina el líquido que no necesita con normalidad. Si esos niveles, sin embargo, son demasiado bajos, el cuerpo retiene el agua y la almacena en los tejidos para ir usándola.

El proceso de pérdida de peso se puede acelerar pasando por cambios en la rutina alimentaria con alimentos que permitan al cuerpo sentirse más ligero. En esta dieta, existen varios alimentos que se pueden incorporar al menú sin preocuparnos por los kilos de más:

- Huevos

- Semillas y frutos secos

- Carnes magras y pescados

- Legumbres (lentejas, garbanzos, frijoles).

- Frutas (manzana, naranja, fresas, plátanos, etc.)

- Verduras (acelgas, brócoli, espinacas, lechuga, etc.)

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- Lácteos descremados o leches vegetales (en pocas cantidades)

Igualmente, existen una serie de productos que no son de lo más recomendables cuando queremos adelgazar y obtener resultados rápidos. Estos son pobres en nutrientes y ricos grasas saturadas y azúcares.

- Carnes embutidas

- Lácteos enteros

- Frituras de paquete

- Quesos ricos en grasa

- Productos en conserva

- Comidas prefabricadas.

- Aceites vegetales como de soja o palma.

- Bebidas gaseosas o refrescos

- Dulces, pasteles y cualquier producto de bollería

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Recuerda que esta es información general y bajo ningún concepto sustituye el consejo de un profesional.

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