Cómo bajar el colesterol en verano

Controlar el colesterol supone realizar un cambio en tus hábitos de vida y adoptar una rutina realista y saludable, que deberás mantener a largo plazo para notar realmente una mejoría en tu organismo y cuidar la salud de las arterias. Esto, lógicamente, va más allá de llevar una dieta entre semana y los findes comer lo que quieras, implica dejar de lado ciertos productos e incorporar otros a tu día a día, sea cual sea la época del año.

Son muchos los que descuidan su alimentación en verano, especialmente durante las vacaciones, porque con la llegada del buen tiempo se suelen hacer más planes de ocio que implican comida y bebida no del todo saludable. Además, con las altas temperaturas es muy normal tender a tomar helados o refrescos para pasar mejor el calor, dos opciones cargadas de azúcares y ultraprocesados que desde luego no mejorarán la salud de tus arterias y te harán ganar peso con calorías vacías.

Y aunque hacer esto de vez en cuando no está totalmente prohibido, la salud no se toma vacaciones y tus niveles de colesterol se verán afectados si descuidar ciertas pautas durante la época estival. Ten en cuenta que el colesterol es un problema silencioso que no suele dejar síntomas (se detecta vía analítica de sangre), por lo que aunque aumente el LDL (malo) en sangre, es probable que no notes ningún efecto y eso haga que sigas descuidando su atención.

Para empezar, es fundamental mantener hábitos saludables en lo que respecta al ejercicio físico regular, que incluya actividad aeróbica y sesiones de fuerza, y la alimentación, que según la Fundación Española del Corazón debe ser lo más fiel posible a una dieta mediterránea. Se deben consumir productos frescos y de temporada y reducir al máximo productos procesados, con alto contenido en sal y azúcares y dejar rotundamente de lado las grasas saturadas, que se encuentran principalmente en carnes rojas y embutidos.

Aunque el colesterol es primordial en pequeñas dosis para que el organismo funcione correctamente, no controlar su acumulación en las arterias puede producir enfermedades cardiovasculares como un ictus o infarto. De ahí que en verano sea especialmente importante prestar atención a lo siguiente:

- Reducir el consumo de alcohol y tabaco.

- Dejar de lado el sedentarismo. Aprovechar las vacaciones para dar paseos o realizar ejercicio cardiovascular, especialmente si vas a visitar algún lugar nuevo o puedes ir a caminar por la playa o hacer alguna escapada de senderismo.

- A la hora de tomar algo fuera de casa o si te apetece tomar algo entre horas, evita las cervezas y los refrescos azucarados por otras opciones como infusiones o tés fríos.

- Consume a diario fruta, verdura y frutos secos, especialmente si te apetece algo fresco para comer entre horas. Son una opción mucho más saludable que un helado o tarrina y además de refrescarte te aportarán hidratación, vitaminas y nutrientes.