La bebida relajante y antitusiva para aliviar la tos y ayudar a mejorar los resfriados

Con la llegada del frío apetece tomar algo caliente para combatir las bajas temperaturas y hay más opciones que un café con leche o chocolate. De hecho, quienes siguen un estilo de vida saludable toman bebidas naturales entre horas que, además de calentar el cuerpo, ayudan a hidratar el organismo y aportan una serie de beneficios que potencian los beneficios de una buena alimentación y deporte habitual.

Se trata de las infusiones, que puedes prepara en casa en menos de diez minutos o pedirlas en cualquier bar o cafetería como alternativa a un refresco azucarado. Los diuréticas ya que al estar hechas a base de agua ayudan a depurar el organismo y eliminar toxinas a través de la orina. Esto resulta muy útil para deshinchar al combatir la retención de líquido y drenar el cuerpo de ese exceso que a veces se acumula en las piernas y que tiende a producir un mayor volumen corporal.

Estas bebidas, junto a los superalimentos y una buena rutina de deporte, se han convertido en un gran aliado para mantener una rutina saludable y notar unos efectos reales en el cuerpo. Además, hay muchos ingredientes con los que puedes preparar una infusión, que puedes encontrar en cualquier supermercado o herbolario a muy buen precio. También puedes combinar varios de ellos y preparar tus bebidas al gusto para beneficiarte de todas sus propiedades. Por ejemplo, una de ellas es la infusión de tomillo y lavanda, una opción relajante que además resulta muy eficaz para aliviar los síntomas del resfriado.

Ambos ingredientes se emplean en la medicina tradicional y en otras prácticas como la aromaterapia, gracias a sus múltiples propiedades. Si eres de los que se resfría habitualmente, tomar tomillo ayuda gracias a su efecto antitusivo y antiespasmódico, que alivia los picores y molestias de la tos. Además, al ser expectorante resulta útil para expulsar el moco que suelen provocar los catarros.

Pero los beneficios del tomillo no acaban ahí, porque también es un buen aliado para combatir infecciones microbianas gracias a sus propiedades antisépticas. Su poder antiinflamatorio y analgésico resulta muy beneficioso para reducir dolores como el muscular, menstrual o de cabeza.

Por su parte, la lavanda aporta taninos y flavonoides que, además de combatir el envejecimiento del organismo y mejorar nuestras defensas con su efecto antioxidante, ayudan a reducir el estrés y a relajarnos. De ahí que esta infusión sea una combinación perfecta para dormir mejor y combatir la ansiedad. Así que es una opción ideal para tomar por las noches como sustituta a un postre dulce, de forma que también ayuda a controlar el peso y mantener la saciedad.

• Temas
• Dietética
• Alimentación