Cómo debes cenar para reducir el colesterol 'malo'

Tener el colesterol alto es un auténtico quebradero de cabeza para quien lo padece, que debe adaptar su vida aunos nuevos hábitos más saludables o, en el caso de ya llevarlos, ajustarlos lo máximo posible para reducir los niveles de LDL. Es fundamental acudir al médico y realizarse una analítica en caso de sospechar que se puede estar padeciendo esta dolencia.

Los síntomas más habituales del colesterol alto son dolor en el pecho, visión borrosa, manos o pies hinchados, dolor de cabeza frecuente, entre otros. A pesar de que la génética y ciertos tratamientos médicos pueden influir en este parámetro, los hábitos y el estilo de vida influyen de forma directa en desarrollar unos niveles de LDL elevados.

Por ello, es crucial recurrir a una alimentación cuidada, basada en productos frescos y evitando los ultraprocesados en la medida de lo posible. Siempre que puedas, prepara tus platos en casa y evita los preparados, de forma que puedas controlar los condimentos que añades a cada receta y evites ingredientes que aumenten tu colesterol. Además, es fundamental realizar ejercicio físicco de forma regular.

También es importante una buena planificación semanal para organizar de forma clara el menú de cada día, de forma que no tengas que pensar en el momento qué cocinar y caigas en recetas rápidas y poco saludables. En concreto, es recomendable prestarle especial atención a las cenas.

Mientras que en las comidas puedes incluir alimentos que aporten una mayor carga energética, es importante mantener las cenas ligeras par ayudar en los procesos digestivos y metabolizar mejor los ingredientes. Además, en caso de tener el colesterol alto, la última comida del día es especialmente crucial para evitar la acumulación de grasa mala para la salud, especialmente si se prepara al horno o asada.

Por eso, para bajar el colesterol malo es recomendable que la mayoría de nuestras cenas estén basadas en:

- Pescado, especialmente caballa, peor también es buena opción tomar salmón o atún ya que son ricos en ácidos grasos omega 3, fundamentales para la reducción de los triglicéridos y la presión arterial.

- Los platos deben ser ligeros y tener fruta y verdura.

- Se recomienda optar por ensaladas que contengan frutos secos y legumbres como frijoles, lentejas, garbanzos o habas.

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