Cuándo hay que empezar la dieta para perder los kilos del verano

Llega el verano y las vacaciones siempre vienen acompañadas de buena comida y bebida para disfrutar de planes de ocio y el tiempo libre. No hay que restringirse demasiado durante esta época del año y, especialmente si viajas a otro lugar, es bueno dejarse llevar y degustar la buena gastronomía. Y aunque darse épocas de caprichos es muy recomendable, siempre hay quien busca eliminar los excesos cuando llega septiembre.

La clave para adelgazar después de la vacaciones de verano está en no obsesionarse ni volverse loco mirando la báscula ni el calendario. Lo ideal es retomar una rutina saludable lo antes posible sí, pero por una cuestión de salud y no puramente estética. Esto quiere decir que hay que comer platos nutritivos y sanos a diario para mantener en buen estado nuestro cuerpo, que además debemos mover regularmente con la práctica deportiva.

Simplemente volviendo a una alimentación cuidada y haciendo deporte la semana después de volver de vacaciones bastará para que notes que en pocos días tu organismo se regula y vuelve a la normalidad. Lo ideal es hacerlo cuanto antes y no ir posponiendolo para que el cuerpo no se acostumbre a malos hábitos e inactividad. Ante la duda, volver al gimnasio en cuanto comience septiembre es la mejor opción, ya que es un mes ideal para adoptar una nueva rutina y que no cueste tanto mentalizarte para ello.

Pero si crees que has cogido unos kilos de más y que no estás en tu mejor forma física y necesitas un empujón extra, lo ideal es aplicar pequeños cambios con los que notarás una gran diferencia en poco tiempo.

Para empezar, reduce cuanto puedas el consumo de cerveza. Está muy bien eso de bajar al bar con el calor y beberse una caña fresquita, pero la realidad es que dar el cambio por un refresco (no azucarado) marcará un gran cambio a la hora de quemar calorías. También es importante dejar de lado el consumo de azúcar y bajar la cantidad que añades a tu café, infusión o cualquier receta, y opta en su lugar por un sustitivo más saludable como la miel (aunque sin pasarse con la cantidad que añadas).

Otro paso fundamental es dejar de lado los productos precocinados. Es habitual que en vacaciones tiremos de platos ya preparados porque, a pesar de tener más tiempo para cocinar, solemos estar más ocupados y recurrir a comida rápida. Además, si sales a comer fuera es preferible que optes por locales con opciones saludables para no tener demasiado exceso de calorías.

Aunque es importante que empieces cuanto antes para evitar que al organismo le cueste más volver a la rutina, es fundamental tener claro que la clave es adoptar hábitos de vida sostenibles a largo plazo. De esta forma evitarás el temido efecto rebote que te devuelve los kilos perdidos al terminar una dieta demasiado estricta.