La infusión antiinflamatoria y antioxidante que ayuda a deshinchar la barriga y combatir el envejecimiento

Cada vez son más las personas que se quieren llevar un estilo de vida saludable y cuidarse tanto por dentro como por fueras. Para ello es muy importante cuidar la alimentación y realizar ejercicio físico de manera habitual, estos dos pilares son la base sobre la que crear hábitos y rutinas. Cada día deberíamos realizar 20 minutos de actividad cardiovascular, ya sea corriendo, andando con velocidad moderada o yendo en bicicleta.

Y en lo que a la dieta respecta, lo mejor es el equilibrio, comer de todo y variado y entendiendo qué es lo que nuestro cuerpo necesita. Por ejemplo, la Fundación Española del Corazón (FEC) recomienda que la base de una persona adulta debe estar compuesta por frutas y verduras. En menor medida, legumbres, lácteos y cereales, con carnes y pescados esporádicamente en nuestro menú semanal.

Pero además de los ingredientes que comemos, otro gran aliado para nuestra rutina son las infusiones, ya que aportan una gran cantidad de beneficios para la salud y está estudiado que su consumo provoca un gran efecto diurético sobre el organismo, es decir, evitan la retención de líquidos y por lo tanto favorecen la pérdida de los mismos por la orina.

Son muchos los expertos en nutrición y salud que analizan este tipo de bebidas, elaboradas a base de plantas y agua, para desvelar nuevos efectos. Y es que aunque han sido empleadas desde hace siglos en la medicina tradicional, su incorporación en la rutina está más en auge que nunca ya que son un hábito muy saludable que nos ayuda a depurar el organismo y mantener el hambre a raya, siendo un sustituto perfecto para un postre dulce tras comidas o cenas.

Cualquiera de estas infusiones se prepara en cinco minutos y puedes comprar sus ingredientes en supermercados o herbolarios. Una de las que puedes hacer es el té de jenjibre, con un sabor algo alimonado y picante, se hace a base de este tallo subterráneo que sin duda es una de las grandes estrellas de la cocina asiática para preparar salsas, postres o bebidas. En la medicina tradicional se ha empleado durante años como un remedio eficaz para calmar problemas intestinales, como náuseas o vómitos.

Y es que las propiedades del jengibre para mejorar la digestión son bien conocidas. Para empezar, favorece la eliminación de bacterias y otros microorganismos intestinales perjudiciales y tomarlo habitualmente ayuda a mejorar la flora intestinal y evitar las hinchazones abdominales. Además, el jengibre es rico en antioxidantes, que combaten el daño oxidativo producido por los radicales libres y, por lo tanto, retrasan el proceso de envejecimiento y cuidan la salud cardiovascular. Además, uno de sus principales componentes activos es el gingerol, responsable de su sabor picante y con propiedades antiinflamatorias muy potentes.

La cosa no queda ahí y es que el jenjibre posee sustancias fenólicas como gingeroles, shoagoles y gingeronas, además de enzimas proteolíticas, ácido linoleico, vitaminas (especialmente vitamina B6 y vitamina C) y minerales (calcio, magnesio, fósforo y potasio), por lo que tomarlo como infusión ayuda a mejorar las funciones básicas del organismo y a complementar una alimentación equilibrada.

Además, preparar esta infusión te costará muy poco tiempo, y es perfecta para tomar en casa o para llevar en un termo y beber durante el día. Para hacer la infusión de jengibre se utiliza rizoma o tallo subterráneo, fresco o seco. Se corta y se pone junto al agua en una olla, esperando a que llegue a ebullición para dejar reposar y retirar del fuego. Se puede tomar junto a un chorrito de limón o canela..

• Temas
• Dietética
• Alimentación