La infusión que ayuda a depurar el organismo, deshinchar la barriga y evitar resfriados

Llevar una rutina saludable implica hacer deporte de forma habitual y basar tus platos, en la medida de lo posible, en ingredientes frescos y saludables que aporten valor nutricional a cada bocado. Pero además de las recetas que comas es importante qué complementos incorporas a tu día a día para cuidar tu salud. Por ejemplo, uno de los que han ganado gran popularidad recientemente han sido las infusiones naturales, un remedio muy efectivo a la hora de depurar toxinas del organismo y controlar el hambre entre horas.

Pero aunque son un aliado muy útil a la hora de reducir volumen corporal y mantener el hambre bajo control, hay que tener claro que no son milagrosas. Por sí solas no harán que adelgaces si no haces deporte ni comes sano, así como tampoco reducirán tu colesterol ni regularán la glucosa en sangre si no vigilas qué alimentos consumes.

La realidad es que, si sigues una vida saludable, incorporar estas bebidas naturales te aportan un extra de distintas propiedades y beneficios en función de los ingredientes con los que las prepares. Son perfectas para tomar en cualquier momento del día: por la mañana, en ayunas, después de comer o cenar o incluso antes de irte a la cama.

Por ejemplo, una de las infusiones que puedes probar si no terminas de quitarte de encima los resfriados y acabas cogiendo todos los virus con los que te cruzas, es la menta con limón y jenjibre. Es una potente combinación que refuerza tu sistema inmune y ayuda a que tus defensas estén listas par combatir infecciones, entre otras propiedades:

Tanto el jenjibre como el limón han sido empleados durante siglos en la medicina tradicional para fortalecer el organismo gracias a sus propiedades antioxidantes, que mejoran el sistema inmunológico y ayudan a que las defensas puedan hacer frente a infecciones.

Los gingeroles que contiene el jenjibre son sustancias fenólicas que en combinación con sus enzimas proteolíticas, ácido linoleico, vitamina C hacen u combo antioxidante sumamente potente para combatir los efectos de los radicales libres. Estos, además de ser la principal causa de envejecimiento del organismo, causan la aparición de enfermedades crónicas. Por su parte, el limón también ayuda a luchar contra ellos gracias a su elevado aporte de vitamina C y flavonoides, unos compuestos vegetales cargados de efectos antioxidantes.

La menta es un ingrediente muy útil si lo que te preocupa es la hinchazón abdominal. Este problema, que suele ocasionar una molesta sensación de pesadez e incomodidad, se produce generalmente después de las comidas por una acumulación de gases en la barriga. Las propiedades carminativas de la menta ayudan a expulsarlos y sentirnos más ligeros y con un vientre más plano

Beber esta infusión también ayuda a combatir la retención de líquido, uno de los problemas por los que el organismo mantiene un mayor volumen corporal a pesar de estar a dieta. Al estar hecha a base de agua y contar con limón, un ingrediente con propiedades diuréticas y detox, depura el cuerpo mediante la orina y elimina las toxinas, reduciendo su acumulación en el cuerpo.

El limón es un ingrediente muy útil a la hora de acelerar el metabolismo y activar la función quemagrasas del cuerpo, ya que al estimular la absorción de los alimentos el organismo consume antes sus calorías para generar energía. De esta forma se gastan las calorías en lugar de almacenarlas como grasa.

La combinación de estos tres ingredientes también ayuda a mejorar las digestiones y evitar molestias tras una comida o cena. Además de reducir la hinchazón, disminuye la acidez estomacal y estimula los movimientos intestinales, combatiendo el estreñimiento.

Para hacer esta infusión tendrás que poner a calentar 750 ml de agua junto al jugo de un limón (puedes añadir también su piel para que emulsione sus propiedades), junto a seis hojas de menta y media cucharada de jenjibre en polvo (o medio troceado). Déjalo a fuego lento hasta que llegue a ebullición y después retira del fuego y filtra la mezcla. Lo más recomendable es no edulcorarla con azúcar o miel para no añadir calorías de más a la bebida ni producir picos de glucosa tras su consumo.