La infusión que facilita la digestión, reduce la obesida y controla los niveles de azúcar

Cada vez son más las personas que deciden llevar un estilo de vida más saludable basado en la práctica diaria de ejercicio físico y una dieta saludable. Estos dos puntos son fundamentales. Por una parte, el ejercicio nos ayuda a tener una mejor salud cardiovascular, mayor fuerza, resistencia y fortalece nuestros músculos y articulaciones. Por otro lado, con una dieta equilibrada y variada nos aseguramos de abastecer a nuestro organismo con los nutrientes que necesita. Ganaremos en salud física y mental.

Este proceso para estar en forma puede ser algo tedioso en ocasiones porque no tiene atajos. Sin embargo, sí que es posible optimizar al máximo nuestro esfuerzo. Por ejemplo, tomando infusiones. Estas bebidas naturales hechas a base de hierbas y plantas nos ayudan a gozar de mejor salud y condición física gracias a sus propiedades naturales.

Se llevan tomando durante cientos de años en diferentes culturas, pero lo cierto es que últimamente han ganado en popularidad. Son muy comunes en cualquier supermercado, pero es cierto que existe tal variedad que también se pueden adquirir en un herbolario especializado. Además, son asequibles para todos los bolsillos.

Dentro de todas las infusiones, podríamos decir que la más popular y la más importante es la manzanilla. Es todo un clásico. Su nombre se identifica con el llamado Viejo Mundo y llegó a América en la época de la colonia. Hoy en día, se cultiva en casi todas partes por su amplio poder curativo. Estos son algunos de sus beneficios:

Esta infusión contiene bisabolol, un compuesto bioactivo muy abundante en la flor de la planta. Estudios hechos en células aseguran que reduce la inflamación al inhibir las enzimas que la favorecen.

Remedio casero por excelencia. La manzanilla resulta muy eficaz para tratar problemas estomacales como la indigestión, así como para reducir los cólicos.

Hace poco se comprobó que beber la infusión de manzanilla mejora algunos parámetros ligados con la obesidad y la diabetes, ya que regula el nivel de glucosa en sangre.

Hervir una taza de agua a fuego medio por unos cuatro minutos; bajar del fuego. Poner el agua en una taza y añadir las flores de manzanilla al agua hirviendo, después tapar la infusión y dejar reposar durante 3 o 4 minutos. Colar y beber.

Eso sí, lo mejor es tomarla después de las comidas para facilitar la digestión. Especialmente después de las cenas. Si tomamos manzanilla antes de irnos a dormir, al día siguiente nos despertaremos con el vientre plano y sin hinchazón.

Recuerda que esta es información general y bajo ningún concepto sustituye el consejo de un profesional.

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