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El colesterol es uno de los problemas de salud que afecta a gran parte de la economía española y que lleva a tener en cuenta varias pautas en el día a día para poder atajar sus riesgos. Lo primero que dicen los médicos en cuanto detectan colesterol alto en la analítica de un paciente es que es imprescindible cuidar la alimentación y dejar de lado ciertos alimentos y productos para proteger las arterias.
Además, hay que tener en cuenta que el colesterol es muy difícil de detectar si no se realiza una analítica de sangre, por lo que es fundamental no saltarse las revisiones médicas para poder atajar cuanto antes el problema. En el desarrollo del LDL alto influyen múltiples causas más allá de la alimentación, como puede ser la genética, las hormonas o hábitos de vida como el sedentarismo. Sin embargo, ten claro que sea cual sea su origen, la realidad es que sí o sí tendras que modificar tu dieta y rutina para cuidar tu sistema cardiovascular.
Se consideran unos niveles de colesterol alto cuando oscilan entre los 160 y 189 mg/dl, mientras que los que están por debajo de 100 mg/dl son óptimos. ¿Qué hacer para conseguir estar en ese nivel? Decir adiós a grasas saturadas, como embutidos y carnes rojas; a bollería, respostería, comida ultraprocesada y azúcares o a lácteos enteros. Pero además de sacar de tu despensa ciertos productos, también hay que incorporar otros que pueden resultar beneficiosos para subir el colesterol bueno, y por lo tanto, reducir el malo. Por ejemplo, ingredientes cargados de omega3 y grasas saludables como la caballa, el salmón o los frutos secos.
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Otra de las opciones por las que te puedes decantar si quieres dejar de lado los lácteos, son las bebidas vegetales como la leche de avena o de soja, que resultan una gran alternativa a las opciones de origen de vaca. Entre las que puedes encontrar en el mercado, una de las más recomendables para personas con colesterol alto es la leche de avena, hecha a base de este cereal que contiene una gran cantidad de fibra soluble, un gran aliado para combatir el LDL, mejorar la digestión y evitar el estreñimiento.
Además, la leche de avena aporta minerales como hierro, calcio o magnesio, así como vitaminas B y E y antioxidantes, por lo que mejora las defensas del organismo y combate los efectos nocivos de los radicales libres. Pero admeás de que su fibra ayuda a combatir el coelsterol, otro punto fuerte para reducir el LDL es que es una bebida baja en grasas saturadas.
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