Cuánto pan se puede comer con el colesterol malo alto

Gran parte de la población sufre de colesterol malo alto y deben vigilar qué alimentos incluyen en sus comidas diarias. Cuidar la alimentación es el remedio más eficaz contra este problema cardiovascular, que daña la salud de las arterias al acumular esta sustancia y disminuir el riego sanguíneo, llegando a provocar ictus, infartos o accidentes cerebrovasculares.

Sin embargo, tener el colesterol malo alto no deja síntomas que alerten de que algo no anda bien y la única forma de detectar si padeces o no este problema es mediante una analítica. Por eso es especialmente importante no saltarse las revisiones médicas y hacerse al menos una al año para ver cuando antes si tus niveles LDL no están como deberían y poder tomar medidas al respecto.

A la hora de cuidar el colesterol malo, lo primero y más importante es dejar de lado las grasas trans y los ultraprocesados, así como los azúcares y la comida rápida. También hay que decir adiós a la vida sedentaria y hacer deporte habitualmente es otro punto fundamental para poder atajar el problema.

No obstante, existen muchos mitos sobre qué alimentos pueden subir o bajar el colesterol y por ello es importante saber discernir cuáles son ciertos y conviene no tomar y qué otros se pueden incluir sin problemas en la dieta. Uno de estos ingredientes que nunca suele faltar en la mesa y sobre el que hay dudas a la hora de tomarlo con el LDL elevado es el pan.

Lo primero que hay que saber es que no es necesario dejar de comer pan, pero sí darle el cambiazo al blanco por el integral. El pan blanco contiene un índice glucémico más elevado y eso hace que aumenten los trigliricéridos y el riesgo cardiovascular, mientras que la fibra del integral ayuda a reducir la absorción del colesterol en el organismo.

Por lo tanto, si mantienes una dieta equilibrada pero sigues consumiendo pan blanco a diario, tus niveles de colesterol no estarán todo lo regulados que podrían. El pan de centeno cuenta con un alto contenido en fibra, que se encarga de 'arrastrar' el colesterol en el intestino y ayuda a eliminarlo a través de las heces, por lo que puede tomarse de forma diaria con moderación. La OMS recomienda una ingesta de 400 gramos de pan diario para tener los carbohidratos necesarios que sirvan como fuente de energía, aunque es recomendable consultar con un médico o nutricionista para comprobar cuál es la mejor dosis para cada caso.

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