El pescado 'libre de mercurio' que tiene menos de un 2% de grasa y que está repleto de hierro y calcio

El pescado blanco es aquel que tiene un contenido relativamente bajo de grasa en comparación con los pescados azules. Como pasa con la corvina, un pez de agua salada, perteneciente a la familia de los sciénidos, que habita en mayormente en el Océano Atlántico oriental, desde Senegal hasta el Mediterráneo.

Además, cuenta con una carne sabrosa y firme que es muy apreciada en la cocina debido a la versatilidad que ofrece, pues son muchos las recetas que se pueden preparar con ella.

Pero más allá de eso, la corvina se ha convertido con el paso del tiempo en todo un manjar debido, también, a las propiedades y beneficios que su consumo aporta al organismo.

Una de las cosas que más llama la atención de la corvina es su bajo contenido en grasa. De hecho, cuenta con un índice menor del 2%. En concreto, contiene sólo 90 calorías por cada 100 gramos. Es ideal para todos aquellos que quieren mantener un peso saludable.

La corvina también destaca por sus altos niveles de proteínas magras y de ácidos grasos Omega 3, que la convierten en una joya nutricional perfecta para el fortalecimiento de la salud ósea y cardiovascular.

La corvina, además, ayuda a mantener saludable el sistema nervioso. Y eso es gracias a su contenido en vitaminas del grupo B, como la niacina (vitamina B3) y la piridoxina (vitamina B6).

Es una gran fuente de selenio, un antioxidante esencial para ayudar a proteger las células y controlar la función de la tiroides.

Recuerda que esta es información general y bajo ningún concepto sustituye el consejo de un profesional.

• Temas
• Dietética
• Alimentación