El superalimento que regula la presión arterial, protege el hígado y alivia los empachos

Las prisas del día a día son muchas veces culpables de no comamos bien. La falta de tiempo y de cansancio tras una larga jornada de trabajo nos llevan a recurrir a fórmulas no del todo sanas en la cocina. Comida rápida o precocinada que, en ese momento, nos salva de un apuro, pero a la larga no es una opción buena para nuestra salud.

Para comer sano es necesario ser constantes y, sobre todo, mentalizarse de que no hay que pasarse horas y horas en la cocina. Existen una gran cantidad de opciones en el mercado que nos permiten crear recetas rápidas, sencillas y, sobre todo, saludables.

Los superalimentos son un ejemplo de ello. Son productos que contienen una gran cantidad de nutrientes, vitaminas y proteínas y son de lo más beneficiosas para nuestro organismo.

El agracejo es uno de ellos. Es un fruto rojo que viene de un arbusto espinoso que se encuentra en Europa Central, Asia occidental y el norte de África, aunque es originario de Japón. Las bayas que da el fruto tienen un sabor ácido, se vuelven de color rojo al madurar y son ovaladas.

El agracejo ha sido utilizado como planta medicinal desde hace siglos, aunque sólo utilizando la raíz y los frutos, ya que el resto de la planta es venenosa. Estos son algunos de sus beneficios:

Este superalimento es de lo más recomendable para depurar el organismo y aliviar al cuerpo tras las ingestas importantes de comida que producen empacho.

El agracejo facilita la dilatación de los vasos sanguíneos lo que conlleva una reducción de la presión sanguínea. Es de lo más beneficioso para controlar la presión arterial y luchar contra los problemas de hipertensión.

Este producto tiene efectos positivos para reducir los niveles de azúcar en sangre ya que contribuye a que las células absorban el azúcar.

El agracejo ayuda a reducir el nivel de grasa y de colesterol en la sangre.

El agracejo promueve la secreción de bilis por la vesícula y ayuda a prevenir los cálculos biliares. Actúa como un excelente agente antibacteriano en infecciones del tracto digestivo que pueden manifestarse con cólicos o diarreas.

Suele comerse como fruto seco, aunque también es común encontrarlo en ciertos platos de la cocina Iraní y otras zonas del suroeste de Asia para acompañar arroces y carnes. También se emplea para hacer mermeladas y en repostería para crear recetas como pasteles de sémola y bizcochos.También se puede usar macerado para obtener vino.

Recuerda que esta es información general y bajo ningún concepto sustituye el consejo de un profesional.

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