El truco para saber si un huevo está malo antes de abrirlo

El huevo es uno de los productos estrella de la dieta mediterránea. Es un alimento versátil, completo y sano. Es rico en vitaminas y en minerales como el hierro, fósforo y potasio y también contiene Omega 3. Además, es bajo en calorías y está considerado como la mejor fuente de proteína natural.

Se utiliza para hacer tortillas, revueltos, ensaladas y postres. Se puede comer a la plancha, cocido, escalfado... Pero, antes de cocinar algo con él, conviene saber si está podrido, porque puede provocar enfermedades como la salmonelosis.

Existen algunas formas rápidas de saber si un huevo está en buen estado. Olerlo es una de ellas. Si tiene un claro olor a azufre, el huevo está malo. No obstante, no todos los huevos malos desprenden un aroma característico, por lo que hay que fijarse en otros aspectos.

Si el huevo está roto y su cáscara se ve sucia, probablemente se trate de un huevo en mal estado. Otro indicio báscio en el que debemos fijarnos antes de comprar los huevos es la fecha de caducidad que ofrece su paquete.

Sin embargo, estos son sólo aspectos superficiales. Puedes haber comprobado que esté todo en orden antes de comprar la caja de huevos y luego llevarte una sorpresa al abrirlo. Para evitarlo, existe un truco que nos permite saber si un huevo está malo o no antes de cocirnalo.

Simplemente, se necesita un vaso de agua para sumergir el huevo en él. Si el huevo se hunde rápidamente y se queda en posición horizontal en el fondo, significa que está fresco porque su cáscara está intacta. Si el huevo se hunde lentamente y se queda en posición vertical quiere decir que sigue estando bueno pero que se debe consumir rápidamente, porque caducará pronto.

Si el huevo flota en la superficie: querrá decir que está en mal estado y no es seguro consumirlo. El huevo flota cuando está podrido debido a que su cáscara se vuelve muy porosa.

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