Tomar fruta a diario (al igual que la verdura) es uno de los pilares básicos de una dieta sana y equilibrada. Y es que, sus beneficios son innumerables. Desde la Fundación Española del Corazón indican que, entre otras, proporcionan al organismo un importante aporte vitamínico (vitaminas A, C, B1, B2, B6, ácido fólico) y mineral (potasio, hierro, calcio, magnesio, sílice, zinc, sulfatos, fosfatos, cloruros); junto con fibra, principalmente celulosa y pectinas. Además, la mayoría tienen un alto contenido de agua que oscila entre un 80 y 95%.
De ahí la importancia de incluirlas en la dieta diaria, bien tomando directamente la pieza o en forma de zumos. Como el zumo de granada, que aporta una gran cantidad de nutrientes al organismo.
El zumo de granada es antioxidante y eso es gracias a los polifenoles y los taninos, que son elementos esenciales para mantener el cuerpo protegido de los radicales libres. Así, evita la oxidación celular y, por lo tanto, el organismo se mantiene más joven y fuerte.
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Evita la retención de líquidos
La granada es casi, en su totalidad, agua (concretamente, el 80% de esta fruta). Por lo tanto, ayuda a reducir la retención de líquidos del cuerpo.
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Cuida el corazón
El consumo de granada ayuda a reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular, ya que previene la concentración y la oxidación del colesterol malo (LDL). Además, al contener potasio también contribuye a regular la tensión arterial.
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Bueno para la piel
Por último, el hecho de que esté compuesto en su mayoría por agua evita el envejecimiento prematuro de la piel, hidratándola en profundidad.
Recuerda que esta es información general y bajo ningún concepto sustituye el consejo de un profesional.
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