El truco para convertir el ventilador en un aire acondicionado

Se avecina una ola de calor muy importante, con la previsión de que esta misma semana se registren las temperaturas máximas más altas de todo el verano. Lo normal ante un episodio así es que aumenten los pedidos de aparatos de aires acondicionados, que los ventiladores más modernos aumenten en ventas o que se busque cualquier truco para intentar rebajar las temperaturas dentro de una vivienda, o al menos en alguna de sus estancias. En esta vida hay solución para todo, o al menos existen siempre alternativas para, de paso, ahorrar y estar más frescos. Unas botellas de refrescos, unos clips y varias placas de hielo son los elementos necesarios para convertir un ventilador en un aire acondicionado.

Instagram y YouTube están repletos de trucos caseros que permiten rebajar la temperatura de una estancia. En este caso sólo es necesario tener dos botellas de refresco, que sean de un plástico ciertamente duro, para que puedan aguantar cierto peso. Un destornillador permitirá realizar una serie de agujeros a las dos botellas, que deben estar cortadas por la mitad. Esos orificios permitirán sujetar la botella a la parte trasera del ventilador y que el aparato coja ese aire fresco para impulsarlo por la estancia. Dentro de las botellas se deben colocar diversas placas de hielo.

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El truco es sencillo de realizar, aunque habrá que ir con cuidado a la hora de hacer los agujeros sobre la botella y también a la hora de colocar los envases en la parte posterior del ventilador, ya que el peso tampoco debe ser excesivo. La colocación de una fuente de frío permitirá que el ventilador no sirva únicamente para remover el viento de una sala, sino que en este caso aportará aire fresco.