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Clara Alfonso
Valencia
Miércoles, 30 de agosto 2023, 00:22
De todas las tareas que tenemos que hacer en casa, lavar la ropa es una de esas responsabilidades inevitables de la vida cotidiana. Desde separar las prendas por colores hasta elegir el detergente adecuado, cada paso parece llevarnos un poco más cerca de la tranquilidad de tener ropa limpia y fresca. Sin embargo, después de invertir tiempo y esfuerzo en lavar y secar la ropa, enfrentarnos a la montaña de arrugas puede ser un desafío desalentador. Afortunadamente, existe un método muy eficiente y poco convencional para decir adiós a la tabla de planchar.
La batalla contra las arrugas en la ropa es una lucha que todos hemos enfrentado en algún momento. Después de todo, ¿quién no ha sentido una punzada de desesperación al querer vestir su camisa preferida, que parece haber sido arrugada por una tormenta? Por suerte, para quienes buscan una solución alternativa, el método del cubito de hielo podría ser la respuesta que estaban esperando.
Esta sorprendente técnica para combatir las arrugas es ingeniosamente simple: antes de iniciar el proceso de secado en la secadora, coloca uno o dos cubitos de hielo junto a tu ropa mojada. Mientras el calor se acumula en el interior de la secadora, el hielo se transformará en vapor, creando un efecto de vaporización que suavizará las fibras de las prendas. Como resultado, cuando saques la ropa de la secadora, te sorprenderás al encontrarla estirada y con pocas arrugas, casi como si le hubieras pasado la plancha.
Pero eso no es todo. Una vez que la ropa esté completamente seca, puedes optar por añadir dos cubitos de hielo más en el tambor de la secadora, ya que ayudará a eliminar las últimas huellas de arrugas en cuestión de minutos. El proceso funciona mediante la condensación generada por el contraste de temperaturas, suavizando aún más las fibras y dejando tus prendas impecables.
Existen diversas alternativas para eliminar las arrugas de la ropa al máximo, sin tener que recurrir al planchado. Algunas opciones incluyen el uso de un spray de agua para humedecer ligeramente la prenda y luego estirarla, la utilización de toallas húmedas en la secadora junto con la prenda arrugada para aprovechar el calor y la humedad, o incluso colgar la prenda en el baño mientras disfrutas de una ducha caliente para aprovechar el vapor generado.
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Otro truco ingenioso implica utilizar el calor residual de un horno apagado junto con una bandeja de agua caliente para crear vapor y eliminar las arrugas, o comprar un alisador de ropa a vapor.
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