Borrar
Urgente Un incendio en un bingo desata la alarma en el centro de Valencia y deja 18 atendidos por humo
El mejor flequillo del cine, el de Uma Thurman en Pulp Fiction M. H.
El flequillo

El flequillo

M. Hortelano

Valencia

Viernes, 4 de octubre 2024, 10:47

Hola capturadores

Pocas cosas polarizan más en nuestro entorno que el flequillo. La división sobre esta capa de pelo más corta, con la que algunas (y algunos) nos tapamos la frente, divide más a la sociedad que la cebolla en la tortilla de patata. La semana pasada lo viví en mis carnes. Como cada año, pasé por la pelu para inciar el curso con el pelo aseado y por mi cabeza llevaba semanas rondando la idea de volver a cortarme el flequillo. Nada nuevo, porque me ha acompañado durante la mayor parte de mi vida, hasta que me cansé, a los 30. Cuando me lo quité, pasé una travesía por el desierto en la que no me veía con nada que no fuera una coleta. Y con los años conseguí integrarlo hasta hacerlo desaparecer.

Pero algo me rondaba este año. Quizá el cambio de década. La certeza de verme mucho más favorecida con ese trozo de pelo. Así que hice una pequeña encuesta en redes para que otras usuarias me dieran argumentos a favor o en contra de cortármelo. Recibí más de 200 respuestas. Algo exagerado en mi cuenta, la verdad Había defensoras del flequillo. Pero sobre todo, detractoras. Y estos eran los principales motivos que me dieron para no pasar por la tijera. «Porque requiere de mucho mantenimiento, por la cara de paleta que deja, porque te convierte en una esclava, porque vives en Valencia y hay humedad, porque se engrasa, porque no te llega la coleta, te arrepentirás en cuanto salgas de la peluquería, se te va a bufar el pelo, salen granos en la frente, tienes que trabajarlo todos los días, es indomable, exige un tiempo extra por la mañana que nunca viene bien, es una trampa engañosa y mortal, sólo luce bien en la foto de la peluquería, siempre es una mala idea o porque lo gastan las feas», decían los comentarios.

Por contra, había decenas de chicas que me animaban a cortar por lo sano y me hablaban de lo guapa que estaría con ese cambio de look. Al final, retrasé la decisión. No porque la mayoría de consejos fueran contra el flequillo. Sino porque no parece el fresquito vaya a llegar por el momento y con calor me niego a llevar la frente tapada. Pero me di un primer corte en esa zona, como preludio de una decisión que llegará con la bajada de temperaturas.

Pero en realidad, el flequillo es poco inocente. Es una decisión trascendental en la vida de una persona. Que el pelo crece, claro, pero hasta que se arregla el desaguisado se pasa un mal rato. Con ese tajo rápido casi siempre se trata de lanzar un mensaje. Una especie de declaración de intenciones. Desde que has superado una ruptura (o todo lo contrario), que has hecho un cambio en tu vida que quieres exteriorizar, o que estás cansadísimo de mirarte en un espejo y ver siempre lo mismo. Un aquí estoy yo. Así que cuidado con curar a golpe de tijeretazo todos tus males.

El flequillo siempre te hace guapa. De ahí no me bajo. Lo que pasa es que es que desde el mismo momento en que ves caer los mechones de tu pelo al suelo de la peluquería sabes que firmas un contrato contigo misma que requerirá de una dosis diaria de champú, secador o plancha. Porque eso se lleva bien o no se lleva. Seguro que si alguna vez te lo has cortado, sabes de lo que te hablo.

El mapa del flequillo de La Forte @soylaforte

Con el flequillo se inventan situaciones cotidianas nuevas. Como la de verte a ti misma lavándote sólo ese trozo de pelo en el lavabo de casa o arrodillada desde fuera de la ducha, porque esa capa necesita atención a diario, pero el resto de la cabeza tira un día más. Y no sólo porque se ensucie, sino porque pierde la forma, el volumen, se asilvestra, en incluso se engrasa. El flequillo es un compromiso diario.

Para ser conscientes de que con el flequillo, como con los tatuajes, nunca hay que ser impulsiva, sólo hay que darse un paseo por internet. Ahí encontraremos simuladores de flequillo, filtros de redes sociales con flequillo, postizos de flequillo por si no te atreves a cortar. Test para elegir el mejor flequillo y mi amiga Alma (@soylaforte) ideó hasta un mapa de las provincias donde es mejor olvidarse del flequillo y aquellas en las que es más sencillo mantenerlo.

Pero ojo, si aún así, decides cortártelo, la decisión no acaba ahí, porque te queda algo más complejo. Qué tipo de corte pegarte. Porque flequillos los hay hay rectos, a lo vasco, de cortinilla, tupidos, ladeados, baby, despuntados, abiertos y hasta trasquilados. Para las indecisas, la IA ya tiene una fórmula matemática para ayudarte según la forma de tu cara. Está todo inventado.

Pero vamos, que lo del flequillo no es de ahora. Lo han llevado mujeres que me maravillan. Cleopatra en el antiguo Egipto (aunque dicen que era un pelucón), Brigitte Bardot, Audrey Hepburn, Jane Birkin, Audrey Tattoo en Amelue, Uma Thurman en Pulp Fiction o Claire, la hermana de la protagonista de Fleabag, que se lleva un buen disgusto con su nuevo look en una de mis escenas favoritas de la serie. Ahora lo llevan influencers que llevan a muchas clientas a las peluquerías con fotos impresas de sus peinados, con cuatro horas de secador. Y se lamentan cuando luego, en casa, el pelo ya no les queda así. Porque el pelo, en realidad, es mucho. Lo es casi todo.

En fin, que todo esto para contarte que no me he cortado el flequillo. Que lo voy a hacer en cuanto os despistéis. Pero que cuando alguien quiera pasar por las tijeras, quizá es porque detrás hay algo más. Puede que una nueva manera de afrontar las cosas. Un impulso para dejar algo atrás. O simplemente el aburrimiento que le provoca su día a día. Yo, la verdad, es que lo que quiero es taparme la frente, que con esto de la edad, no me dejan de salir manchas. Hasta con protección 50.

El escaparate

Si el fin de semana no tienes plan, yo te traigo alguno para que salgas de casa y disfrutes del otoño. Además, quiero contarte algunas novedades de la ciudad para que estés al día de todo lo que ahora mismo se está cociendo.

Ensombra, uno de los proyectos más míticos de Odosdesign para Gandia Blasco M. H.

Lo de La Forte con el Teatro Olympia ya es vicio. La tercera vez que viene la tía a llenarlo con sus compañeras de función de La Dramedia. Yo ya fui a verla con mi amiga Inés (embarazada entonces de 9 meses) y rozamos el parto en directo de tanta risa. Este sábado 5 de octubre vuelve a subirse al escenario, junto con Irene Junquera (@irenejunquera) y Amagoia Eizaguirre (@habituatea). Quedan pocas entradas, pero alguna hay por ahí. Es un planazo. Primero a cenar y luego al teatro a pasar un buen ratito. Eso sí, el público es mayoritariamente femenino. Vamos, como estar en casa.

Esta semana también se ha inaugurado oficialmente el nuevo hogar de la innovación en Valencia: The Terminal Hub. Si eres de millenial para arriba recordarás el edificio porque era la antigua terminal de pasajeros desde la que salían los viajes de fin de curso a Mallorca. Ahora es un espacio precioso en el que poder trabajar o celebrar un evento frente al mar. Las vistas son inmejorables. El espacio lo dirige Paloma Mas, que es la mejor en lo suyo. Y además, mi amiga. Ah y en breve también tendrá restaurante al que poder ir a comerse algo rico en la que ya es la zona más moderna de Valencia. Te das un paseo por La Marina y te modernizas con solo respirar ese aire.

El martes fui a conocer la nueva oficina de Odosdesign (qué pasada de espacio) y, sobre todo, a felicitar a su equipo (a nuestra Ana) por el 22 aniversario del estudio de diseño. El evento les quedó precioso, con la mano de Mara, Silvia y Carla (Ten Women), en todos los detalles. Una maravilla poder pasar así una tarde de martes, con lo que pesan los martes.

El próximo 19 de octubre es el Día Internacional contra el Cáncer de Mama. Una enfermedad con la que yo estoy muy concienciada, como sabes. Así que toda ayuda es poca para quienes tratar de ayudarnos a todos los que hemos vivido de cerca la enfermedad: quienes la padecen y su entorno más cercano. Así que hoy os traigo un evento 100% solidario en el que puedes colaborar con sólo 5 euros. Los fondos recaudados irán destinados a financiar proyectos de investigación contra el cáncer. Se trata de una carrera que se celebrará el domingo 20 de octubre, en Valencia. Se puede hacer andando, corriendo o patinando. Incluso no hacerla y colaborar igual, porque hay dorsal cero. Toda la información y las inscripciones están aquí.

Gat-checking: periodismo de gatos

El michiflequillo M. H.

Ayúdame: Esta carta sólo llega por correo, no la encontrarás en ningún sitio más. Comparte si quieres algo de esta newsletter en tus redes y etiquétame o usa el hashtag #capturadepantalla para ayudarme a llegar también a tus amigos.Tienes todas las cartas ya enviadas aquí guardadas por si quieres ver el género antes...

Suscríbete: Si has llegado aquí porque alguien te ha hecho llegar esta newsletter, puedes apuntarte para que te llegue la semana que viene a ti. Lo puedes hacer gratis aquí.

Escríbeme: si quieres contarme algo, estoy en marta.hortelano@lasprovincias.es y no sabes la ilusión que me hace recibir vuestros mensajes.

Gracias por leerme

Marta

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias El flequillo