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Los nombres que no puedes ponerle a tu hijo porque están prohibidos

Los funcionarios del Registro Civil donde se inscribe a los bebés al nacer priman el interés del menor, así que no permiten aquellos que les puedan perjudicar

Martes, 5 de abril 2022, 00:47

Vas a ser padre (o madre) y una de las primeras decisiones que hay que tomar, normalmente antes de que nazca el bebé, es ... qué nombre le vas a poner. La mayoría de la gente se deja llevar por las modas, y ahora triunfan los 'hugos' o las 'lucías', igual que en otras épocas había 'vicentes' y ' mariaamparos' (los nombres más comunes en Valencia durante décadas).

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Para inscribir a los niños una vez han nacido hay que hacerlo en el Registro Civil con el nombre que hayamos decidido para él, o ella, y se regula a través de una ley que tiene ya unos cuantos añitos -fue promulgada en 1957- aunque se haya ido actualizando un poco… En principio hay bastante libertad a la hora de decidir el nombre del bebé, con algunas excepciones: no se puede poner el mismo nombre a dos hermanos, a no ser que uno haya fallecido, y tampoco se puede inscribir al niño con un nombre que tenga connotaciones negativas. Y aquí es donde cada funcionario actúa según su criterio. Parece bastante unánime que no se le puede poner a un bebé Hitler, Stalin o Drácula, Lucifer o Judas, pero hay quien lo ha intentado, incluso quien lo ha conseguido, aunque no en España, sino en algunos países de Latinoamérica, donde no está tan regulado como aquí. En Ecuador, por ejemplo, ha habido personas que se llaman como el dictador alemán, y quizás habría que preguntarles a los padres en qué estaban pensando…

Con los años se ha ido flexibilizando el Registro Civil; es común todavía encontrarse mujeres que se llaman Isabel Soraya o María Zaida porque no se permitía poner nombres no cristianos si querían ser bautizados, así que se les inscribía con dos para sortear la prohibición eclesiástica. También se ha ampliado el repertorio de nombres, empezando por los diminutivos -ahora se puede inscribir a Lola y a Nacho, por ejemplo- o los extranjeros, porque se entiende que puede haber un niño llamado John porque sus padres son ingleses, aunque vivan en España. Con los años, el cine y el fútbol han sido grandes influencias para los padres, que ponen nombres como Neymar, Vaiana o Daenerys. Como el fin último del funcionario del Registro Civil es proteger al menor, un criterio es que al menos no sean 'los malos' de la peli, para que no se vean perjudicados.

Por ese motivo, no están permitidos tampoco aquellos que, combinados con los apellidos, puedan perjudicar al bebé en un futuro, y siempre surge la leyenda urbana de Dolores Fuertes Barriga, pero también otros como Jorge Nitales o Esteban Dido. En Argentina tuvieron que publicar un listado de combinaciones que se prohibían, viendo el poco sentido común de ciertos padres, como Débora Melo, Marcia Ana, Benito Camelo, Dolores Delano o Mary Conazo. Textual.

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Tampoco están permitidos los nombres de frutas, de marcas comerciales (hay quien ha intentado poner a su hijo el nombre de Ikea o Nutella), y tampoco un nombre y apellido de alguien, como 'Rafa Nadal' González Romero. Curiosidad: en México hay personas que sí se llaman así. La mayoría de los países intentan regular la dudosa creatividad de los padres, y en Nueva Zelanda publicaron hace unos años los nombres que el Registro Civil del país había prohibido inscribir.

Había algunos tan curiosos como Fish and Chips, Yeah Detroit o Fruit Sex. Mientras, en algunos países latinoamericanos la regulación es mucho menor y en Cuba hay, por ejemplo, niñas que se llaman Disney Landia o Yusnavi, que viene del nombre de la armada norteamericana, US Navy. ¿Quién sabe qué les pasaría por la cabeza a los padres en ese momento?

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