¿Cuál es la edad perfecta para ser madre?

Gema fue madre primeriza a los 39 años; ella y su marido Fernando no se lo habían propuesto hasta que cumplió los 34 y fue entonces cuando se dieron cuenta de que no iba a ser tan fácil. Después de estudiar en la universidad, de un periplo laboral por Tailandia, de disfrutar finalmente de una estabilidad económica, los años fueron pasando y el momento de plantearse tener un hijo se iba demorando… «Estábamos cómodos así», dice Gema. Así que casi sin pretenderlo se convirtieron en padres a las puertas de los cuarenta.

El caso de Gema es cada vez más habitual. Ser madre tardía debido a la precariedad económica, al acceso de la mujer al mercado laboral, incluso a una sociedad que ya no tiene como una de sus principales metas en la vida formar una familia (o lo demoran sine die), son algunos de los motivos en el retraso en la edad para convertirse en padres.

Pero si hablamos de la edad biológica idónea para convertirse en madre, estamos hablando de los 25 años. Si extendemos el margen de edad, entre los veinte y treinta años, que es cuando se dan en la mujer las condiciones más favorables para que el proceso sea óptimo. Estos datos se los saben muy bien en el Instituto Valenciano de Infertilidad, donde han comprobado cómo el cuerpo de la mujer comienza con un declive a partir de los treinta, que se agudiza desde los 35 años. A partir de los treinta las posibilidades de quedarse embarazada, así como de que exista algún problema, se incrementan, debido a que, como el resto de los órganos del cuerpo humano, los óvulos envejecen.

Por ejemplo, una mujer de unos veinte años que trate de quedarse embarazada en uno de sus días fértiles tiene un 25% de posibilidades de conseguirlo, mientras que a partir de los 30 baja al 15% y al 8% a partir de los 35. A los 38 años las probabilidades son tan bajas como un 3%. Y es entonces cuando se ponen en manos de centros de fertilidad, porque las opciones se les han agotado casi antes de comenzar a intentarlo.

Según el Instituto Nacional de Estadística, la edad de las mujeres para ser madres por primera vez está en los 32 años en España, cuando hace nueve estaba en 31, en un ascenso que parece imparable, que ha estado agravado por la pandemia, cuando el número de nacimientos ha bajado de forma todavía más acentuada. Si tenemos en cuenta que en el año 1975 la edad para ser madre por primera vez era de 25 podremos saber hasta qué punto ha cambiado la realidad.

La demógrafa Teresa Castro, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, cree que es un problema socioeconómico. La edad de emancipación, la edad a la que se encuentra empleo, el momento en que se consigue una cierta estabilidad laboral. «Tenemos aspiraciones profesionales y somos más selectivos a la hora de elegir una pareja». Así que todos estos condicionantes van retrasando más y más la fecha elegida para ser padres.

Y no solo para ser madre por primera vez, sino para pensar en un segundo. La mayoría lo justifica por problemas de conciliación, porque las bajas son más cortas que en otros países -en España son dieciséis semanas (112 días) mientras que en Suecia son 480 o en Reino Unido 365- y no hay una protección a la maternidad decidida, como ayudas económicas importantes, descuentos o beneficios fiscales.

El Instituto Nacional de Estadística realizó en 2018 una encuesta de fertilidad, donde entre otros datos aseguraba que ocho de cada 10 madres de 30 a 34 años han dado a luz entre dos y cinco años más tarde de lo que hubieran querido. Parece que el reloj biológico sigue funcionando, lo que no funciona es el reloj social.

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