Prisión incondicional para el exministro ucraniano detenido en Altea por malversar 7 millones de euros

El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno ha decretado el ingreso en prisión incondicional del exministro ucraniano de Finanzas Yuriy Kolobov que ha sido detenido en la localidad alicantina de Altea y está reclamado por un tribunal de Kiev por haber malversado presuntamente cerca de siete millones de euros en fondos públicos.

El magistrado ha tomado esta decisión a petición del fiscal Marcelo Azcárraga, tras la cual Ucrania tendrá 40 días para presentar la documentación extradicional. Sus autoridades acusan a Kolobov de delitos de malversación de caudales públicos y apropiación indebida.

La operación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones durante las próximas horas o días.

Kolobov fue ministro de Finanzas del Gobierno de Ucrania con el anterior presidente, Viktor Yanukovich, desde febrero de 2012 hasta febrero de 2014, cuando cayó el Ejecutivo en pleno tras meses de protestas de la oposición.

Kolobov se encontraba instalado en la Comunitat cuando fue arrestado, concretamente en Altea. Sobre este dirigente ucraniano pesaba una orden internacional de detención emitida por Interpol. Este organismo internacional lo tenía como una de las personas más buscadas. De hecho, se encontraba en el grupo al que se asigna el 'distintivo rojo', categoría que se aplica a los principales objetivos de búsqueda. Estaba reclamado por las autoridades ucranianas para cumplir una sentencia.

Los datos facilitados por Interpol lo vinculan a su participación en delitos de «apropiación indebida, malversación de fondos o la conversión de bienes por malversación». Según detalla esta información, el volumen de dinero malversado alcanzaría «una cantidad especialmente grave» (ahora se ha desvelado que asciende a 7 millones de euros) y apunta a su implicación con «un grupo organizado». En la alerta internacional sobre Yuriy Kolobov se aportan, además, datos personales como su nombre, su edad (41 años) o el lugar de nacimiento, Pavlograd (Ucrania). El exministro habla ucraniano, ruso e inglés.

La comarca de La Marina ha sido tradicionalmente refugio de criminales, especialmente de Europa del Este. Sin ir más lejos, el pasado verano y también en Altea, se detuvo a un ciudadano francés que permanecía oculto en la localidad para evitar cumplir una condena de 30 años de prisión.

La labor de la Policía Nacional también ha cosechado éxitos en esta faceta. El Grupo de Localización de Fugitivos, creado hace diez años, detuvo a 270 personas buscadas por otros países, principalmente Rumanía, Reino Unido, Italia y Francia durante el año 2013.