Una oleada de robos en el botellón del paseo marítimo desborda a la policía

Cuatro patrullas de la Policía Local se vieron desbordadas para atender a las víctimas de una oleada de robos cometidos en pocas horas en las inmediaciones de una discoteca de Valencia. Los hechos ocurrieron en la madrugada de ayer junto al Hospital de la Malvarrosa, cuando los agentes acudieron al lugar tras las quejas de varias personas que llamaron al 092.

El alboroto causado por la concurrencia de varios cientos de jóvenes impedía conciliar el sueño a los vecinos y a los pacientes ingresados en el hospital. La mayoría eran menores procedentes de distintos barrios de Valencia y de poblaciones de la comarca de l'Horta. Las intoxicaciones etílicas, las peleas y los robos de móviles de alta gama se sucedieron durante toda la noche pese a la presencia policial en la zona.

El equipo médico contratado por la discoteca asistió a una chica que sufrió un coma etílico y la trasladó en una ambulancia al Hospital Clínico. También reanimó a una quincena de jóvenes embriagados en la calle. Mientras tanto, los policías locales atendían a las víctimas de los robos y buscaban a los ladrones. Una decena de jóvenes denunció que les habían robado sus móviles y pequeñas cantidades de dinero en la zona del paseo marítimo.

Los asaltantes rodearon a sus víctimas y les arrebataron el teléfono. Un manotazo o un empujón bastó como método intimidatorio. Una patrulla del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) de la Policía Local detuvo a cuatro jóvenes, uno de ellos menor de edad, como presuntos autores de los robos.

El dispositivo policial preparado para prevenir incidentes posibilitó la rápida detención de los cuatro ladrones. Tres de ellos robaban los móviles y no dudaban en usar la violencia. Una chica les ayudaba a cometer los delitos. La mayoría de los jóvenes que acuden los viernes por la noche al paseo marítimo suelen hacer botellón hasta altas horas de la madrugada y muchos de ellos no entran en la discoteca. Sus edades oscilan entre los 15 y 20 años.

Los ladrones de móviles eligen las zonas de ocio para hurtar los teléfonos a menores que bajan la guardia por su estado de embriaguez. Algunas chicas han denunciado también abusos sexuales. El pasado 12 de diciembre, una adolescente de 15 años fue localizada por la Policía Local en compañía de dos jóvenes en un piso de la calle Francisco Martínez. Sus amigas la perdieron de vista cuando hacían botellón en el paseo marítimo. La menor, que estaba aturdida y semidesnuda, manifestó a la policía que no conocía a los jóvenes y no sabía cómo había llegado hasta allí. Uno de los individuos declaró que había mantenido relaciones sexuales consentidas con la chica.