Absueltos los tres jóvenes que desearon la muerte del niño que quería ser torero

El Juzgado de lo Penal número 2 de Valencia ha absuelto a los tres jóvenes que fueron juzgados por difundir en redes sociales mensajes ofensivos hacia Adrián, el niño de ocho años enfermo de cáncer que quería ser torero y que falleció en 2017. Tras repetirse el juicio con otro magistrado al estimar la Audiencia de Valencia los recursos de las acusaciones, la sentencia afirma que los aficionados al toro «no parece que puedan encuadrarse dentro de los colectivos necesitados de protección a los que se refiere el precepto penal» del delito de odio.

Uno de los acusados, Manuel O. C., se quejaba en su cuenta de Twitter del gasto «innecesario» que conllevaba la recuperación del menor, cuya vida, según decía, le importaba «dos cojones», porque probablemente ya estaba «siendo tratado en la sanidad pública» con su dinero. Otra de las personas procesadas, Aizpea E. O., en un mensaje de Facebook, deseaba la muerte de «un niño enfermo que quiere curarse para matar a hervíboros inocentes y sanos».

Y el tercer acusado, Bryan E. S., difundió en Twitter el siguiente mensaje: «Patético es que defendáis a un niño que prefiere matar a un animal, ojalá el Adrián mate a vuestra madre y se muera». Los tres individuos fueron identificados y detenidos tras una ardua investigación del Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Cullera.

Según la sentencia, estas expresiones «se vierten no por ser menor de edad o por estar enfermo de cáncer, sino porque le gustan los toros», y este colectivo no se encuentra entre los protegidos por el artículo 510 del Código Penal. La magistrada tampoco considera que los acusados difundieran los mensajes por motivos racistas, antisemitas u otros referentes a la ideología, religión, creencias, sexo, enfermedad o discapacidad.

Durante el primer juicio, los procesados mostraron su arrepentimiento por las publicaciones y dos de ellos pidieron disculpas al padre del menor. La magistrada señala que Aizpea E. publicó el mensaje en una cuenta privada de Facebook, donde lo podían ver sus contactos, mientras que los otros dos acusados difundieron las expresiones en una cuenta de Twitter abierta al público, por lo que los mensajes podían verlos cualquiera.

También asevera que no hubo una conducta prolongada en el tiempo o una repetición del comportamiento degradante, «por lo que no estaríamos ante un acto brutal, cruel o humillante de la suficiente entidad como para ser calificado de degradante».

Nuevo recurso

La Fiscalía ya está preparando un nuevo recurso contra la resolución judicial, según informó hoy la agencia Europa Press. Los acusados se enfrentaban a una pena de un año de prisión por un delito contra la integridad moral y al pago de una indemnización conjunta de 9.000 euros por perjuicios y daños morales.

A esta petición se adhirió la acusación particular, ejercida por el padre del niño, Eduardo Hinojosa, mientras que la acusación popular, que representa a la Asociación Nacional de Afectados por Internet y Nuevas Tecnologías (Anfitec), pedía seis meses de prisión para Aizpea E.

El primer magistrado juzgador calificó las expresiones de deleznables y repulsivas, pero tampoco apreció en ellas un delito de incitación al odio, contra la integridad moral ni de injurias graves-