«Las patadas en la cabeza son un intento de homicidio»

Para la madre «esto no es suficiente, pues mi hijo podría haber muerto por las patadas en la cabeza que le daban mientras estaba en el suelo sin poder moverse, según los testigos. Esto es un intento de homicidio y parece lógico». Por ello luchará en los tribunales, pues los sospechosos aún deben ser juzgados y la familia va a personarse como acusación particular.

De momento, la progenitora ha iniciado una lucha en las redes sociales para que las patadas en la cabeza sean consideradas una conducta calificable penalmente como intento de homicidio. Y ya la apoyan casi medio centenar de personas.

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La paliza se produjo el día 12 de marzo, a las cuatro de la madrugada, en la verbena de Centelles-Maestro Aguilar de Valencia. Adrián «estaba ya inconsciente en el suelo y chorreando sangre», describe la madre en su petición pública de apoyo. «No tuvieron suficiente con haberle apaleado y dos de los matones le propinaron patadas en la cabeza, haciéndola girar de un lado a otro, según las declaraciones de una persona que trabajaba en un puesto ambulante». Según Nuria «pudieron haberlo matado y lo tengo vivo de milagro».

El joven tuvo que ser operado de urgencias en el Hospital La Fe de Valencia. «Le rompieron la mandíbula por dos sitios, incluso el nervio que pasa por la barbilla». Y lamenta secuelas: «Mi hijo no siente nada en la barbilla. Se le cae la comida y no se da cuenta». Además, «tiene seis piezas dentales rotas y en el oído izquierdo ha perdido audición».

Su conclusión es clara: las patadas en la cabeza no son una agresión. Son intentos de homicidio. Mi hijo está vivo gracias a Dios». Según detalla pide las firmas de los ciudadanos «para poder conseguir un cambio penal y que consideren estas brutales agresiones como tal y no simplemente agresión»