Cae una banda que saqueaba el cableado del corredor mediterráneo y dejaba a los trenes sin suministro

Saqueaban cableado eléctrico del corredor mediterráneo hasta el punto de dejar los trenes sin suministro y sembrar el caos en el servicio ferroviario. De esta manera actuaba un grupo criminal muy especializado desarticulado por la Guardia Civil en el marco de la operación 'Feeder'. Los agentes han detenido a seis presuntos ladrones en Barcelona, desarticulando así por completo un grupo criminal especializado en el robo de cableado de alta tensión en las vías férreas de varias provincias.

La valoración de los daños causados se eleva a más de 360.000 euros. Según la Benemérita, los desperfectos han llegado a producir más de tres millones de euros en pérdidas. Además de ese daño directamente relacionado con los materiales sustraídos, los usuarios también sufrían las consecuencias por los desvíos de trenes, retrasos y cierres de estaciones.

Las investigaciones comenzaron en enero de este año y se han logrado esclarecer más de 30 robos, perpetrados la mayoría de ellos en el corredor mediterráneo, el segundo eje ferroviario más importante de España.

La organización criminal estaba constituida por seis personas, y cada una de ellas con un rol muy específico. Cuatro de ellos se desplazaban al lugar donde iban a robar. Según detallan desde la Benemérita, «llegaban a pasar hasta tres días en la zona antes de ejecutar sus planes». Mientras, los otros dos mantenían contacto telefónico desde Barcelona en tiempo real para lograr así la máxima coordinación.

Los cuatro autores materiales de los robos se separaban y colocaban estratégicamente, coordinándose de forma directa con sus teléfonos móviles a modo de 'walkie talkie'. Uno de los miembros del 'comando' de asalto rompía entonces el vallado perimetral y entraba en las subestaciones eléctricas.

Ponían entonces en marcha «una operación muy específica y única de este grupo» que la Guardia Civil no detalla por motivos de seguridad. Conseguían así dejar sin tensión uno de los cables que aportan la energía necesaria para el funcionamiento de los trenes, un conducto eléctrico de 3.300 voltios. Sabían cómo hacerlo para que ADIF, la entidad pública encargada de la red ferroviaria de España, no detectra la falta de tensión.

En el momento en que el cable quedaba sin tensión eléctrica, los otros miembros del equipo comenzaban su tarea. Uno de ellos se elevaba a unos tres metros de altura y, con una herramienta fabricada específicamente, cortaba el cable de 300 milímetros de sección para luego echarlo a la vía férrea.

De manera inmediata, los otros dos ladrones comenzaban a enrollarlo y cortarlo en tramos de unos diez metros. Cada metro lineal de este tipo de cable pesa 2,8 kilogramos y conseguían sustraer en un mismo robo más de 800 metros. Es decir unos 2500 kilogramos de carga. Dos toneladas y media de cable eléctrico como botín.

Una vez cargado en los vehículos, y en contacto directo con los dos miembros del grupo que se encontraban en Barcelona, trasportaban el material en vehículos de gran tonelaje. A veces escondían la carga en naves cercanas para luego trasladarla para su venta.

El grupo criminal estaba afincado en la provincia de Barcelona, donde disponían de diferentes escalones logísticos para colocar el material sustraído en el mercado negro.

Una vez analizada toda la información, los investigadores determinaron el siguiente objetivo de la organización. Ello precipitó la última fase de la operación y la detención de todos los miembros en Barcelona.

Los seis integrantes de la organización están acusados de pertenencia a organización criminal y de 31 delitos de robos con fuerza. Además, les imputan robo y uso de vehículos a motor, quebrantamiento de condena y delitos continuados contra la seguridad vial. Sus robos fueron cometidos en Girona, Barcelona, Tarragona, Lleida, Castellón y Valencia.

Se han intervenido tres vehículos, todos los dispositivos móviles de los miembros del grupo y herramientas específicas para cometer los hechos. También ropa con la que fingían ser trabajadores de diferentes compañías autorizadas a realizar trabajos en las vías.

La instrucción judicial llevada a cabo por el juzgado de instrucción 4 de Sagunto ha concluido con el ingreso en prisión de cuatro de los detenidos. La operación ha sido desarrollada por el Equipo de Patrimonio de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Castellón.

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