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Combinación de algunas de las imágenes que los fanáticos de los megapetardos cuelgan en redes y Youtube con detonaciones y artefactos durante Fallas en Valencia. LP
Bombas en el río: petardos caseros 20 veces más potentes que los de las mascletaes

Bombas en el río: petardos caseros 20 veces más potentes que los de las mascletaes

Los radicales de la pirotecnia ilegal difunden en Youtube vídeos con la detonación de artefactos caseros de hasta 4,2 kilos en el viejo cauce y ataques a la Policía durante las Fallas

Arturo Checa

Valencia

Viernes, 28 de marzo 2025, 00:46

Encapuchados. Ocultos en la nocturnidad del viejo cauce. Con mochilas repletas de auténticas bombas. Peligrosas e inestables, tras haberlas montado y ensamblado en la intimidad de sus habitaciones de hoteles o apartamentos. El destino tras viajar hasta Valencia para ejercer el inquietante 'turismo de petardos' que tanto ha alertado en las dos últimas Fallas a los valencianos y que tiene a una quincena de visitantes europeos (la mayoría alemanes y neerlandeses) acusados de los delitos de pertenencia a grupo criminal, tenencia ilícita de explosivos, desórdenes públicos y atentado a agentes de la autoridad. Y uno de los 'botines' que buscan estos amantes de las explosiones descontroladas es grabar sus auténticas 'guerras explosivas' (así se refieren a ellas medios como el diario alemán 'Bild') para difundirlas en las redes.

Así lucen los responsables de los megapetardos caseros en los vídeos difundidos en redes sociales o Youtube por cuentas como 'Mr Pyro Manager' o 'Street Fire Worker'. En las grabaciones exhiben lo más parecidos a bombas. Ese es el caso de un artefacto lanzado en Fallas y cuyos responsables sacan pecho por su potencia. 4,2 kilos, como puede leerse en los subtítulos impresos en el vídeo.

El artefacto es una especie de barril de combustible manipulado para que tenga en su parte superior una espita que hace las veces de mecha. Los vándalos lo lanzan en los jardines del Turia, a la altura de Jacinto Benavente. La detonación deja una lluvia de chispas en casi 20 metros a la redonda y una nube de humo que supera los 10 metros de altura.

Los 4,2 kilos no es una cifra baladí. Los petardos más contundentes que se lanzan en cualquier mascletà de la fiesta grande de la ciudad no superan los 200 gramos. Estos artefactos tienen una carga y una potencia 20 veces superior a los legales y controlados que se disparan a mediodía en la plaza del Ayuntamiento.

El de los 4,2 kilos no es el único artefacto que los amantes ilícitos de la pólvora lanzan en dichos vídeos. En otro de ellos, varias fuentes de pirotecnia desprenden humo rojo, azul y blanco antes de dejar otra explosión cerca de la columnata de Ricardo Bofill en el viejo cauce. Incluso lanzan las mismas tracas en la base de una de las construcciones más emblemáticas del viejo cauce. Peligro para los valencianos y peligro para el patrimonio de la ciudad.

No sólo eso. En otro de los vídeos se comprueba el tremendo riesgo de incendio que existe con las andanzas de los fanáticos de la pólvora. Uno de los artefactos filmado estalla tras colocarlo los encapuchados (otros van a cara descubierta) en uno de los setos del viejo cauce, con la silueta del Palau de la Música a espaldas de la humareda.

Si aparece la Policía, los grupos cambian el destino de las batallas de petardos que emprenden entre ellos: en uno de los vídeos, de las Fallas del año pasado, se observa cómo empiezan a arrojar carretillas y otros petardos a una furgoneta de la Policía Nacional. Otro trofeo que exhiben sin pudor en las redes. Cuando los agentes intentan atraparles, huyen a la carrera entre grupos de jóvenes que hacen botellón, ajenos al peligro que afrontan.

Tampoco se libra de las explosiones el pretil histórico del río. Muchos petardos F3 (los de más potencia, sólo por detrás de los F4) estallan en la estructura protegida, y recientemente restaurada por el Ayuntamiento. Los muros quedan ennegrecidos e incluso con algún boquete por la detonación.

Son tan profesionales en su alocada afición que ni siquiera usan mechas, cerillas o mecheros. Lucen unos pequeños sopletes con los que encienden en un visto y no visto los megapetardos. La mejor herramienta para ganar celeridad y evitar ser descubiertos in fraganti por la Policía.

Ellos también se juegan la integridad. Lanzan con la mano carcasas de gran potencia, de las que habitualmente cuelgan en las mascletaes. Por algo el año pasado un joven europeo tuvo que ser trasladado a un hospital con un brazo catastrófico al estallarle uno de estos artefactos en el viejo cauce.

Tubos de los empleados para mensajería, garrafas de plástico duro, envoltorios de paquetes e incluso tubos de aluminio para lanzar cohetes a modo de lanzagranadas son algunos de los objetos que los amantes de la pirotecnia ilegal exhiben en los vídeos grabados en Fallas. Y en la zona no hay pocas personas. Se ven decenas de espectadores o tiradores de pirotecnia, todos coreando y aplaudiendo. Mucho por hacer aún contra la pirotecnia ilegal en Fallas en Valencia.

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